El obispo Jesús Delgado, tercero en la línea jerárquica del Arzobispado de El Salvador e impulsor de la causa de canonización del mártir Oscar Arnulfo Romero, fue suspendido de todas sus funciones en la Iglesia Católica luego de haber aceptado que abusó sexualmente de una niña de nueve años.
Aunque la Iglesia Católica confirmó la noticia, no ha dado detalles sobre el caso. Y de acuerdo a las leyes salvadoreñas el abuso sexual de menores es un delito que incluye tocamientos inapropiados o hasta actos de violación sexual no carnal que son castigados con cárcel de ocho a doce años.
“Esta denuncia es algo histórico en el país. Es la primera vez que sale a la luz un caso de este tipo. Pueden existir otros casos pero el problema es que nunca se han denunciado porque la Iglesia Católica siempre ha tenido cierto poder en el país y meterse con ellos es meterse en un problema grande”, dijo la exfiscal de la Unidad de la Niñez y la Mujer, exdefensora pública y abogada privada, Clelia Méndez.
La Iglesia Católica se vio obligada a dar una conferencia de prensa de emergencia, luego que la secretaria de Inclusión Social y exprimera dama, Vanda Pignato, hiciera pública en una entrevista radial que había recibido la denuncia de abuso sexual cometida por un importante obispo de la Arquidiócesis de El Salvador.
“Nos duele que acontezcan estas situaciones, pedimos perdón a la víctima y pedimos a los fieles que recen por la iglesia, por sus sacerdotes, por la conversión de todos. Es importante que nos mantengamos unidos todos”, dijo en la conferencia de prensa el obispo Rafael Urrutia, canciller para el Arzobispado salvadoreño.
En un comunicado emitido por la Iglesia Católica, después que la noticia corrió como pólvora en las redes sociales, el Arzobispado salvadoreño dijo que Delgado aceptó haber cometido los abusos durante ocho años y que está dispuesto a reunirse con la víctima que ahora tiene 42 años para pedirle perdón.
La secretaria Pignato advirtió en la entrevista que si la Iglesia Católica no se pronunciaba sobre el caso sería ella quien revelaría la identidad del sacerdote señalado por la víctima.
“La víctima buscó a la Iglesia Católica, entregó su declaración jurada y quedó a la espera de que se hiciera algo. Entiendo que el obispo de San Salvador iría al Vaticano y regresaría para tomar cartas en el asunto”, dijo la secretaria de Inclusión Social en la entrevista de radio.
Pignato aseguró que la Iglesia Católica recibió la denuncia a finales de octubre. Sin embargo, no hizo nada e incluyó al obispo denunciado en la delegación que viajó al Vaticano para agradecer al Papa Francisco por el trabajo realizado en la causa de canonización del obispo mártir Oscar Romero.
La Iglesia Católica se limitó a difundir el comunicado oficial para confirmar la denuncia y para informar que Delgado fue suspendido de sus labores. De acuerdo a la dirigencia católica el obispo denunciado se encuentra en un retiro espiritual para hacer una profunda reflexión sobre sus actos y el daño causado a la víctima.
El obispo Delgado era hasta antes del escándalo vicario general de la Arquidiócesis de San Salvador, vicario Episcopal de Educación y Cultura y director de Medios de Comunicación de la Iglesia Católica en El Salvador. Fue ordenado sacerdote en agosto de 1962 y fue secretario privado del obispo mártir Oscar Romero.
Monseñor Urrutia dijo que ya se abrió un proceso canónico en contra del obispo Delgado y que este será sancionado con la suspensión definitiva de las actividades católicas y de todo el proceso de la causa canonización de Romero.
Aunque la víctima interponga una denuncia ante la Fiscalía salvadoreña, el caso no tiene futuro porque según las leyes de El Salvador, los delitos sexuales de este tipo prescriben diez años después que fueron cometidos.
Benjamín Cuellar, del Instituto de Derecho Humanos de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (IDHUCA) calificó el caso como “un crimen aberrante de abuso de poder” y dijo que este tipo de delitos cometidos por personajes importantes del país deben ser condenados.
El año pasado, cuando se desató la noticia de casos de pederastia cometidos por curas y obispos de la Iglesia Católica en todo el mundo, el Papa Francisco reveló que uno de cada 50 sacerdotes había cometido abusos sexuales contra niños y dijo además, que estos abusos eran la lepra que habían contamina a la Iglesia Católica.
El último caso de abuso sexual cometido por un religioso salvadoreño que cobró notoriedad en El Salvador, fue el del pastor evangélico Carlos Rivas, dirigente del Tabernáculo de Avivamiento Internacional (TAI). La víctima, que era la amante del pastor, denunció al religioso por violencia, abuso sexual e intento de violación.
Sin embargo, la demanda judicial fue desestimada luego que el pastor llegara a un “acuerdo” con la víctima y pagara una cantidad que no fue publicada para que la mujer desistiera del proceso.
Carmen Rodríguez, es periodista en San Salvador, El Salvador, y tiene cinco años de experiencia en el periodismo digital. Su especialización es el tema de Seguridad y Judicial y ha sido colaboradora para el Programa de las Américas desde 2014.
Photos cortesía del Arzobispado de El Salvador, publicadas durante la visita de la delegación de obispos al Vaticano en 2015.