Este 8M las mujeres y diversidades de Argentina marcharon bajo la consigna “Feminismos para cambiarlo todo”. Fueron miles de personas las que se movilizaron este primer 8 de marzo con un nuevo presidente, libertario, que niega la brecha de género, cierra el Ministerio de la Mujer y prohíbe el uso del lenguaje inclusivo en el ámbito público. La concentración principal fue en el Congreso, en donde se leyó un documento titulado “Fuimos marea, seremos tsunami” y que decía: “Con esta jornada de lucha decimos que la libertad es nuestra y no de los mercados ni de los gobiernos”.
“Feminismos para cambiarlo todo”
La movilización fue diversa y transversal, demostrando la capacidad de convocatoria de los feminismos. Participaron diversos movimientos sociales como La Poderosa, el MTE y el Frente Patria Grande, así como sectores sindicales como la CGT, la CTA, ATE, SUTEBA, CONADU, entre otros. La protesta fue calificada, en el documento consensuado, como un día de huelga “feminista internacional antipatriarcal, antifascista, antiracista, anticapacitista, anticolonial, anticapitalista, anticlerical, anticisexista, antiespecista, antibiologicista y plurinacional”.
Una de las polémicas principales giró en torno al “protocolo antipiquetes” establecido por el presidente Javier Milei en diciembre y que generó fuertes críticas por su carácter represivo y limitante de la libertad de expresión. Por eso hubo gran presencia policial y el Congreso estaba vallado para garantizar la circulación de autos sobre la Avenida Callao. Sin embargo, eso no hizo disminuir la cantidad de gente que llegó a la zona y sí hizo que las mujeres montaran postas de salud por si echaban gases y tuvieran planeada una desconcentración organizada en grupos para evitar cacerías policiales solitarias.
La protesta fue calificada, en el documento consensuado, como un día de huelga “feminista internacional antipatriarcal, antifascista, antiracista, anticapacitista, anticolonial, anticapitalista, anticlerical, anticisexista, antiespecista, antibiologicista y plurinacional”.
En un acto de provocación, ese mismo día, el Gobierno decidió cambiar el nombre del Salón de las Mujeres de la Casa Rosada. Ese espacio había sido creado durante la presidencia de Cristina Kirchner para reconocer la contribución de las mujeres en la historia del país. Estaban Juana Azurduy y María Remedios del Valle, destacadas por su valentía durante las luchas por la independencia. También a Mariquita Sánchez de Thompson, reconocida por ser anfitriona de la primera interpretación del Himno Nacional Argentino en 1811, Alicia Moreau de Justo, Eva Perón, así como Victoria Ocampo, Alfonsina Storni y María Elena Walsh, entre otras. Desde el 8 de marzo, el salón tiene próceres varones. En respuesta, en las redes activistas posteaban fotos de las calles repletas de gente manifestándose y escribían la leyenda: “nuevo salón de las mujeres”.
Julia Muriel Dominzain es periodista argentina. Escribe y colabora en diversos medios de Argentina y la región. Fue corresponsal desde Moscú. Trabajó en televisión, participa de documentales, guiona, produce y locuta series podcast. Es colaboradora habitual de MIRA: Feminismos y Democracias.
