México es sin duda el país más afectado del mundo con el triunfo del republicano Donald Trump en las elecciones para la presidencia de Estados Unidos. Su victoria, analiza Laura Carslen, investigadora y analista experta en las relaciones México-Estados Unidos, “es una declaración de guerra contra México y los mexicanos, por todo lo que dijo contra este país en su campaña”. Puede no cumplir sus amenazas, añade, “pero todo lo que dijo contra México fue tema central de su campaña y fue lo que tuvo más resonancia, por lo que no será tan fácil cambiar esos planteamientos”.
Entrevistada vía telefónica en el aeropuerto de Washington, donde observó y cubrió las elecciones más polémicas de la historia de Estados Unidos, la directora del Programa de las Américas y también columnista de Desinformémonos, advierte que a partir de que Trump asuma el cargo, y sin necesidad de la aprobación del Congreso, puede empezar con la deportación de hasta 11 millones de indocumentados, la mayor parte de ellos mexicanos, también puede revocar el derecho de quedarse en el país a los hijos de mexicanos, y congelar las remesas, tal como amenazó que haría si México no pagaba el muro.
Congelar las remesas, explica la también colaboradora del New York Times, The Nation, New Internationalist, Latin Trade, “sería un desastre para las economías, pues estamos hablando de más de 24 mil millones de dólares al año que van dirigidos a las familias más pobres de México que dependen de estos envíos para la sobrevivencia”.
En cuanto a la construcción del polémico muro en la frontera con México (otro) que Trump prometió que sería financiado por los mexicanos, Carlsen aclara que no lo podrá levantar sin la aprobación del Congreso, pero lo preocupante es que fue una propuesta convalidada por sectores importante de la ciudadanía norteamericana.
Otra preocupación importante que advierte la analista egresada de la Universidad de Stanford es la campaña de odio y el incremento de la violencia contra latinos y gente de color en los Estados Unidos. Hay reportes de antes de las elecciones, señala, “de que hay un aumento en los crímenes de odio y Trump en campaña hizo una reivindicación del racismo en sus formas más brutales”, lo que llevará a más violencia en contra de los migrantes, quienes en este momento son el sector más alarmado.
Ante este panorama, Laura Carlsen, quien también es experta en el Plan Mérida, espera “una respuesta organizativa de los migrantes, aunque hoy están en una situación de máxima vulnerabilidad.
Por otra parte, destaca que el triunfo lo Trump lo dio “un voto misógino”, en un contexto en el que muchos hombres y mujeres consideran que una mujer no puede gobernar ni ser presidente. “Trump ganó por diez puntos el voto de mujeres blancas. ¿Cómo se explica esto si estamos hablando de un hombre que ni siquiera ha mencionado el nombre de una mujer para su gabinete, lo cual es sólo un indicador del desdén que tiene hacia la mujer?, se pregunta la entrevistada.
Trump “es un hombre acusado de ataques y violaciones sexuales y aún así un sector importante de mujeres blancas votó por él, no así las mujeres latinas y de color. En muchos estados fue el voto de las mujeres el que decidió su victoria, lo cual es muy raro porque quiere decir que todas las encuestas estaban mal, que la gente o no contestó con honestidad o cambió su decisión de último momento”.
Carlsen presenció la jornada electoral en las calles de Whashington, donde toda la mañana del martes 8 de noviembre “la gente participaba con buen ánimo y daba la impresión de que todo iba bien para Clinton, pero con el transcurso de las horas la situación fue cambiando y los estados anteriormente industrializados que han sufrido la transición económica y que son tradicionalmente demócratas, como Michigan, Ohio y Wisconsin, fueron perfilándose increíblemente por Trump.
Conocedora del sistema de partidos estadounidense, la investigadora resalta que Hillary Clinton ganó el voto popular, lo que representa que “es la quinta vez en la historia en la que el Colegio Electoral arrebata el triunfo a la persona que ganó el mayor número de votos”. Este dato, refiere Carlsen, deja claro que en Estados Unidos “no hay un sistema democrático en el que la mayoría decida la presidencia del país, de tal manera que Hillary tiene los votos, pero no puede gobernar”.
El discurso mesurado con el Clinton reconoció su derrota la mañana de este 9 de noviembre, se enmarca en la urgencia “de intentar dar seguridad a los mercados internacionales y a los otros gobiernos del mundo, aunque esto es muy difícil porque todos saben que Donald Trump no es capaz de gobernar. Por eso la caída”, refiere la entrevistada a punto de tomar el avión que la traerá de regreso a México.
Este artículo apareció originalmente en desinformémonos.