Pueblo Norteamericano:
Desde hace un siglo, los pioneros de las compañías fruteras nombraban a nuestro país como “Banana Republic” y a nuestros políticos tradicionales los caracterizaron, en la célebre carta Rolston, como “más baratos que una mula”.
Honduras, un pueblo digno ha tenido el infortunio de tener una clase dominante carente de principios éticos, y acostumbrada a ponerse de rodillas frente a los grandes señores de las transnacionales norteamericanas, condenando a nuestro país al atraso y a la extrema pobreza.
Dictaduras oprobiosas nos han gobernado y bajo la premisa que un forajido cs bueno para nosotros si sirve bien los intereses transnacionales, han gozado del apoyo norteamericano. Hemos llegado al extremo de que hoy somos tratados como una colonia de tercera categoría en la que ni siquiera necesitan nombrar un embajador. Aquí han instaurado una dictadura con el señor Hernández, quien cumple las funciones de gobernador de provincia, pusilánime y obediente con las transnacionales, pero un tirano que induce el terror y oprime al pueblo. Un sector de la empresa privada también puede dar testimonio por todas las confiscatorias cargas impositivas y la persecución de la que han sido víctimas.
A ustedes pueblo norteamericano les han vendido la idea de que su gobierno defiende la democracia, la transparencia, las libertades públicas y los derechos humanos en Honduras, pero el Departamento de Estado y la señora Heide Fulton, Encargada de Negocios con funciones de Embajadora, están avalando un descarado fraude electoral en favor del señor Hernández quien ha sido un reincidente violador de la Constitución de la República y de los derechos humanos, declarado por el organismo especializado de Naciones Unidas en Ginebra. Es confeso en el escandaloso saqueo de 350 millones de dólares del Seguro Social y mientras a ustedes les mienten sin empacho, que combaten los carteles de la droga, han destruido el Estado de Derecho controlando los magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
El pueblo norteamericano tiene derecho a saber que en Honduras los impuestos que ustedes pagan, son usados para financiar, entrenar y dirigir organismos opresores del pueblo como las Fuerzas Armadas y la cúpula de la policía, que se ha comprobado dirige escuadrones de la muerte (tipo Plan Colombia), además de estar profundamente contaminados con los carteles de la droga.
Pueblo norteamericano, el inmoral apoyo de su Gobierno tiene tan doble mero que durante ocho años consecutivos han descalificado el régimen de Hernández para obtener ayuda de la Cuenta del Milenio, por ser un gobierno corrupto. Aplazado en todos los indicadores de transparencia con todos estos antecedentes, el pueblo hondureño se pregunta: ¿Por qué el Gobierno de los Estados Unidos se dispone a reconocer como gobernante legítimo, a un hombre contra el que el pueblo hondureño votó en las urnas y anhela su salida inmediata de la presidencia?
Pueblo norteamericano: Les pedimos a ustedes que informen estas verdades; que develen la gran farsa que les venden de apoyo a la democracia, las libertades públicas, los derechos humanos y la justicia; y que exijan a sus representantes que cesen de inmediato su complicidad con el escandaloso fraude electoral contra el pueblo de Honduras que reclama en las calles su victoria legítima obtenida en las urnas a favor de la Alianza y Salvador Alejandro Cesar Nasralla Salúm.
Nosotros podemos vivir con nuestras diatribas y conflictos, buscando las soluciones pacíficas como pueblo soberano, pero su intervención a favor de la dictadura solo contribuye a profundizar más nuestras diferencias.
El fraude electoral que patrocina el Departamento de Estado en favor de la dictadura mantiene a nuestro pueblo en movilizaciones y protestas en todo el país, que el gobierno reprime salvajemente dejando hasta la fecha un saldo de más de 34 jóvenes asesinados y cientos de detenidos y criminalizados.
Nuestra solidaridad y reconocimiento al pueblo norteamericano, con quien compartimos mucho más que los mezquinos intereses de unos cuantos usureros, que tienen por oficio comprar nuestros gobernantes. Como pueblo heredero de Morazán queremos vivir en paz, con justicia y en democracia. El pueblo hondureño desea tener buenas relaciones con Estados Unidos, pero con respeto y reciprocidad.
Tegucigalpa, 21 de diciembre de 2017
José Manuel Zelaya Rosales
Presidente institucional 2006-2010, Coordinador General de la Alianza contra la Dictadura