Una semana después de que Bukele se proclamara ganador, no se habían publicado datos oficiales del resultado de las elecciones y crecían las denuncias de irregularidades en el proceso.
El domingo 4 de febrero, cuando ni se habían cerrado todos los centros de votación y apenas se empezaban a subir a la red del Tribunal Supremo Electoral (TSE) los primeros resultados, Nayib Bukele, presidente y candidato inconstitucional de El Salvador, se declaraba el ganador absoluto de la jornada electoral.
Las elecciones presidenciales y legislativas que se desarrollaron en el país y en algunas ciudades alrededor del mundo estuvieron marcadas no sólo por la participación del presidente como candidato ilegítimo, también por denuncias de irregularidades y manoseo de miembros del partido oficialista Nuevas Ideas, en todo el proceso y los resultados.
En cobertura en la zona metropolitana de Washington DC, Virginia y Maryland, Mira pudo presenciar que las irregularidades se cometían con impunidad y sin vergüenza, bajo la protección de miembros del partido cyan y empleados de consulados en Estados Unidos y sin mayor oposición. Empleados del gobierno ofrecían ayudar a electores, especialmente a las personas adultas mayores, y en el proceso les indicaban que debían hacer click en el rostro del presidente Bukele o de los candidatos a diputados del partido oficialista, para que pudieran continuar las “buenas obras en El Salvador”.
Dos días antes de las elecciones, una investigación de Focos El Salvador, reveló que la mayoría de los centros de votación instalados en Estados Unidos y en Canadá estaban a cargo de líderes del partido oficialista. Es decir, que miembros del partido de Bukele eran los representantes y árbitros que el TSE tenía en el exterior durante los comicios.
Además, esa investigación reveló que la comisionada presidencial del gobierno de Bukele, Carolina Recinos, señalada por corrupción en informes del Departamento de Estado de Estados Unidos y su esposo, actual embajador de El Salvador en Rusia y República Checa, Efrén Arnoldo Bernal Chévez, lideraron una reunión en las que instruyó a esos representantes del TSE para “defender el voto”.
Oposición pide anular elecciones
En El Salvador, el panorama era peor. Mientras Bukele salía al balcón del Palacio Nacional, en San Salvador, para cantar victoria, en los centros de votación de todo el país voluntarios, trabajadores del TSE y representantes de partidos políticos opositores luchaban con el sistema de cómputo que no permitía iniciar la transmisión de votos.
Aún una semana después de que Bukele se proclamara ganador, el TSE no tenía datos concretos, ni oficiales de los resultados de las elecciones. Además, crecían las denuncias de fraude y aparecían cajas con papeletas de votos abandonadas en escuelas que habían funcionado como centros de votación.
Dos semanas después de los comicios, el 19 de febrero, tres partidos de oposición: Nuestro Tiempo, Vamos y ARENA presentaron ante el TSE una solicitud para que se anulen las elecciones legislativas luego de detectar por lo menos 69 irregularidades durante el día de la elección y en conteo final de los votos.
Un día antes, grupos de misiones internacionales y los representantes de la Misión Observadora de la Organización de Estados Americanos (OEA) también denunciaron irregularidades. El grupo señaló “diferencias importantes”; pues, en la mayoría de las mesas de votación no se corroboró que el padrón de firmas concordara con la cantidad de boletas de votación que supuestamente se habían utilizado.
Bukele hace campaña por Trump
En medio de las quejas, denuncias y las voces de fraude, Bukele llegó a Washington DC para participar como uno de los principales oradores en la Conferencia de Acción Conservadora Política (CPAC, por sus siglas en inglés) organizada por el ala ultraconservadora del Partido Republicano y por un grupo de apoyo del expresidente Donald Trump.
No es la primera vez que Bukele coquetea con los ultraconservadores de Estados Unidos, ni con grupos cercanos a Trump. Tampoco es la primera vez que emite una postura sobre la política interna estadounidense. Bukele salió a la defensa de Trump cuando la Corte de Georgia rechazó la impugnación del expresidente en el caso en el que está acusado de intentar revertir los resultados de las elecciones presidenciales del estado. Durante su visita a Washington, Bukele dijo que “Trump era mucho mejor” manteniendo las relaciones diplomáticas con su gobierno en El Salvador y además, afirmó que la Administración Biden se ha negado a colaborar con su gobierno.
El presidente salvadoreño aprovechó la plataforma de la CPAC para sustentar su narrativa en contra de la prensa independiente, asegurando que el multimillonario de origen húngaro, George Soros financía a los medios independientes salvadoreños que expusieron casos de corrupción en su partido y negociaciones entre su gobierno y las pandillas.
La participación de Bukele en la conferencia ultraconservadora reveló cómo este grupo se siente atraído por las políticas autoritarias, antidemocráticas y populistas, que esconden miles de denuncias de detenciones arbitrarias en El Salvador y casos de corrupción atribuidos al gobierno de las Nuevas Ideas, que está liderado por el presidente salvadoreño y sus hermanos.
Carmen Rodríguez es periodista y corresponsal de noticias en Estados Unidos para América Latina con 13 años de experiencia en periodismo multimedia, comunicaciones y producción de contenidos informativos. Se especializa en Política Exterior de EE.UU. con énfasis en Centroamérica y Migración.