Defensores del proceso de paz entre pandillas anunciaron el Día de los Caídos en Los Angeles, California nuevo apoyo hacia la tregua de once semanas llamada por los líderes de las pandillas Mara Salvatrucha y M18, la cual ha reducido drásticamente los homicidios en El Salvador.
Un estimado de 700 vidas han sido salvadas desde marzo al disminuir las tasas de homicidios de un 14-15 por ciento, a un 4-5 por ciento – una reducción del 65 por ciento. Por primera vez en décadas, las encuestas muestran a la opinión pública salvadoreña definiendo la reducción de la pobreza como la máxima prioridad, por encima de las redadas y detenciones masivas.
La tregua, que es apoyada por el presidente salvadoreño Mauricio Funes, inició el 9 de marzo cuando 30 líderes fueron transferidos de una prisión “súpermax” (súper-máxima seguridad) a instalaciones de alta seguridad en donde tienen permitido el contacto con familiares y amigos. La transferencia fue aprobada por el Ministro de Justicia y Seguridad Pública de El Salvador David Munguia. El 20 de marzo fue confirmado que los esfuerzos estaban siendo liderados por Raúl Mijango, ex-comandante de guerrilla y legislador y el capellán de las fuerzas armadas y la policía, el obispo Fabio Colindres.
Mientras los partidarios de la paz de Los Angeles se reunían en la iglesia La Placita sobre la Calle Olvera, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) era enviado a El Salvador para una visita de apoyo, a ser seguida por representantes de la Organización de las Naciones Unidas y de la Unión Europea.
Un nuevo “Grupo Asesor Transnacional en Apoyo al Proceso de Paz en El Salvador” fue anunciado en la conferencia de prensa en Los Angeles. El comité de veinte miembros incluye una nueva presencia oficial en los esfuerzos de paz entre pandillas, Paule Cruz Takash, presidente de la Comisión de Relaciones Humanas de Los Angeles y una intersección de líderes con profundas raíces en esfuerzos de paz entre pandillas, incluidos el autor Luis Rodríguez y su esposa Trini del Centro Cultural Tia Chucha, Aquil Basheer y “Niko” de Maximum Force Enterprises, Aqeela Sherrills de la histórica Tregua Watts, Enrique Hurtado de Aztecs Rising, Angela Sambrano de CARECEN (Central American Resource Center – Centro de Recursos Centro Americano), el Padre Michael Kennedy de la Iniciativa Jesuita Justicia Restaurativa, el Padre Gregory Boyle de Homeboy Industries, Hector Verdugo, también de Homeboy, y Javier Stauring de la Arquidiócesis de Los Angeles. Presidiendo la conferencia de prensa estuvo Silvia Beltran, ex directora de Homies Unidos y actual miembro del personal del Consejo Municipal de Los Angeles. También estuvieron presentes Elvira Padilla, estudiante salvadoreña en Cal State Northridge y Mayra Rivas, hermana de uno de los hombres encarcelados.
El nuevo comité transnacional está representado en Washington, D.C. por Luis Cardona y Carmen Pérez de Gathering for Justice (“Reunión por la Justicia”, fundado por Harry Belafonte) y Juan Pacheco, director de Barrios Unidos.
Los propósitos del comité transnacional son los de trabajar para la seguridad de aquéllos involucrados en la tregua salvadoreña, hacer un inventario de las necesidades específicas de los miembros de las pandillas, y la construcción de apoyo y recursos para el proceso comunitario. Las necesidades identificadas hasta ahora incluyen: nuevos colchones para las visitas familiares, servicios de salud médica y mental, reducciones de sentencia por buena conducta, y entrenamiento vocacional en prisión con colocación de empleo una vez en libertad. Los representantes de la MS y la M18 también llaman al ejército y a la policía para controlar y prevenir las violaciones en curso a los derechos humanos, y proteger la seguridad del proceso de paz. Las pandilleras están exigiendo la participación de organizaciones de mujeres y de servicios familiares para hacer frente a sus necesidades específicas.
Además de iniciar la tregua, los líderes de las pandillas han hasta ahora definido a las escuelas como “zonas seguras”, han ordenado el fin al reclutamiento forzado de jóvenes, y han suspendido las actividades criminales y ataques contra otros.
Luis Rodriguez y Aqeela Sherrills hablaron apasionadamente y a profundidad sobre la historia de los procesos de paz en el pasado, en Watts, al este de Los Angeles, y entre los pandilleros deportados en El Salvador.
“La paz viene del corazón de la gente, de un rechazo a la violencia por parte de la gente, y cuando viene desde abajo debemos resistir con ellos,” comenzó Rodríguez. “Esto ha sucedido antes, ha sido saboteado antes, y ha fracasado antes por falta de recursos y respeto, pero de cada fracaso se levantan nuevos guerreros de la paz.” Rodríguez dijo que ve “la paz resurgiendo, y debemos aprender la lección de que la paz no proviene de las instituciones, la paz no proviene de personas pacíficas, la paz puede al final provenir de las personas que iniciaron la violencia, lo mejor puede algunas veces provenir de lo peor.”
Sherrills recordó que 20,000 personas murieron en las guerras pandilleras de Los Angeles entre Crips y Bloods, antes de la tregua de 1992. “Era una zona de guerra, pero nosotros creamos una cultura de paz en las calles,” dijo, atribuyendo el diez por ciento de la reducción de la violencia a la labor policial. “Las pandillas no son negativas de manera inherente, no provienen como forasteros de fuera, sino que surgen entre nuestros hijos e hijas, y necesitan sanar, un enfoque de salud pública, un enfoque basado en la comunidad.”
Señaló que los homicidios entre pandillas de Los Angeles han seguido disminuyendo, incluso cuando las tasas de pobreza han aumentado. “Los amamos,” declaró a la gente reunida, en su mayoría inmigrante. Bashir, un ex-Black Panther, añadió “debemos unificarnos o morir.”
En el momento más dramático del día, el líder de Homies Unidos Alex Sánchez habló por primera vez en público desde su acusación federal por cargos de conspiración de pandillas en junio de 2009. Oficiales y fiscales anti-pandillas de la policía de Los Angeles han acusado a Sanchez, un ex miembro de la Mara Salvatrucha, a seguir participando en secreto en la pandilla como “cabeza del grupo.” Sanchez y muchos de sus partidarios han argumentado que un rol clave en la reducción de la violencia puede ser jugado por los ex-miembros de las pandillas al mediar conflictos y crear alternativas contra la vida violenta de pandillas. Sin embargo cualquier tipo de “asociación” provoca la desconfianza de las autoridades y es comúnmente prohibida por las leyes y regulaciones anti-pandillas.
Sánchez fue arrestado por el Departamento de Policía de Los Angeles y enfrentó la deportación hace más de una década, pero todos los cargos fueron retirados y un juez federal de inmigración le cedió a Sanchez asilo político. Fue arrestado una vez más en 2009, acusado de conspiraciones múltiples. Se le concedió la libertad bajo fianza en 2010 después de que representantes del Departamento de Policía de Los Angeles y el FBI fueron incapaces de demostrar ante una corte federal que Sánchez sería un peligro social en caso de ser liberado. Su juicio está ahora fijado para el próximo mes de junio.
Presos miembros de pandillas salvadoreñas y sus familias, así como oficiales salvadoreños han hecho peticiones telefónicas para que Sanchez intervenga como mediador y como constructor de coalición en nombre de un proceso frágil. La ironía es que Sánchez tiene prohibido comunicarse con cualquier miembro de la Mara Salvatrucha excepto en la oficina de su defensor público, Amy Jacks. A pesar de las dificultades técnicas, Sanchez se mostraba energético el domingo por tener la oportunidad de actuar positivamente en un contexto dolorosamente familiar para él, después de dos años de defenderse a sí mismo en numerosas comparecencias ante el tribunal. En el Día de los Caídos mencionó los nombres de los miembros de Homies Unidos que han sido asesinados en El Salvador – Hector, Ringo, Bullet y Smoky, entre otros – diciendo “esta es una porra arrojada hacia nosotros, y es nuestro deber recogerla.”
Veinte años de organización en Los Angeles han dado dos modelos que pueden ser útiles para El Salvador, dijo Sanchez. El primero, el de trabajo de paz en las calles y prisiones por ex-miembros de pandillas como Sanchez está siendo ya adoptado y financiado en Los Angeles como un “modelo” oficial de “prevención e intervención de pandillas”, también respaldado por el Departamento de Policía de Los Angeles después de años de debate. Ya que el modelo de intervención fue desarrollado en parte de la experiencia de miembros de pandillas salvadoreñas, es “autóctono” – no un modelo extranjero ejecutado por burócratas gubernamentales, al estilo de Peace Corps.
En segundo lugar e igualmente importante, Sanchez y otros enfatizaron, es la necesidad urgente para rehabilitación, entrenamiento y trabajo modelado en Homeboy Industries bajo la inspiración del Padre Boyle, quien ha estado involucrado con la comunidad salvadoreña por años. En Homeboy, donde el lema es “nada para una bala como un trabajo,” “homeboys” y “homegirls” jóvenes son aconsejados, entrenados y empleados de manera directa por la agencia, la más grande de su tipo en Estados Unidos.
Se espera que el personal de Homeboy Industries se confiera directamente con los partidos salvadoreños, inversionistas privados y agencias gubernamentales interesadas en el modelo de empleo directo. El personal hará hincapié que la reducción de la violencia entre pandillas es la clave para atraer inversión extranjera al tan asediado país, y que los trabajos son la clave para la reducción de la violencia – un círculo virtuoso en lugar de uno vicioso.
Raperos y poetas pandilleros en El Salvador se han descrito a sí mismos como “los frutos de la guerra.” Ahora existe la posibilidad de un cambio completo, con los miembros de pandillas, sus familias, y todo El Salvador dándose cuenta de los frutos de la paz.
Tom Hayden es fundador y director del Peace and Justice Resource Center en Culver City, California, que originalmente publicó este artículo. Cayden tiene más de cincuenta años de experiencia en activismo, política y escritura y continúa siendo una voz líder en temas de paz, justicia económica, protección del medio ambiente y reforma de políticas a través de una democracia más participativa.
Traducido por Nara González, Programa de las Américas
Para mayor información y para expresar su apoyo al “Grupo Asesor Transnacional en Apoyo al Proceso de Paz en El Salvador” por favor ponerse en contacto con:
Dr. Paule Cruz Takash, Comisión de Relaciones Humanas de la Ciudad de Los Angeles: pctakash@aol.com
Alex Sanchez, Homies Unidos: asanchez@homiesunidos.org
Luis Cardona, Gathering for Justice (“Reunión por la Justicia”): LuisCardo@hotmail.com
Juan Pacheco, Barrios Unidos: Peacewarrior703@gmail.com