En medio de una profunda crisis política, ell presidente Guillermo Lasso ha anunciado la disolución de la Asamblea Nacional para evitar su posible destitución por acusaciones de malversación de fondos. Esta medida, conocida como “muerte cruzada”, permite al presidente disolver el congreso una sola vez durante su mandato y convocar elecciones presidenciales y legislativas anticipadas dentro de seis meses. Las elecciones están programadas para el 20 de agosto, para cumplir solamente lo que resta del periodo de Lasso, es decir hasta 2025.
La disolución del congreso implica una serie de procesos y desafíos para la gobernanza en Ecuador. Durante los próximos seis meses, el presidente Lasso estará en el poder, pero con las restricciones que marca la ley respecto a qué tipo de medidas se puede emitir. Según la ley, no debe decretar medidas o reformas de fondo, sino solo operativas. Sin congreso, Lasso no tiene controles parlamentarios y gobierna mediante decretos que podrán ser revisados por la Corte Constitucional. Es la primera vez que se utiliza la figura de “muerte cruzada” en la historia de Ecuador, lo cual crea incertidumbre en términos de la gobernanza y preocupación de que el presidente intente imponer medidas claves de su programa neoliberal en un momento en que el país no cuenta con el poder legislativo como contrapeso.
Para analizar las implicaciones, la nueva relación de fuerzas y los posibles escenarios en el país andino, el Programa de las Américas organizó una mesa en su programa de televisión semanal Hecho en América, con la participación de Guillaume Long, analista político con el Centro de Investigación en Economía y Política. Ocupó varios cargos en el gabinete del gobierno de Ecuador, incluido el de Ministro de Relaciones Exteriores, Ministro de Cultura y Ministro de Conocimiento y Talento Humano. Se desempeñó como Representante Permanente de Ecuador ante las Naciones Unidas en Ginebra. Su investigación se centra en la política exterior de los estados latinoamericanos, el regionalismo y la integración en América Latina, y la política interna ecuatoriana. También participó desde Ecuador
Ramón Torres Galarza, docente. investigador quien cumplió varias misiones diplomáticas como embajador en la comunidad andina, la Unión Europea, Unasur, Venezuela y embajador itinerante para temas estratégicas. Ha sido consultor y asesor de muchos organismos internacionales.
Josefina Torres Jiménez, actualmente docente en la Universidad Central de Ecuador, ha sido también asesora y servidora pública de carrera en el área de planificación, institucionalidad estatal y administración y gestión pública y forma parte de la coordinación colectiva del Grupo de Trabajo de CLACSO “El Estado como contradicción”.
Guillaume Long detalló que la muerte cruzada podría beneficiar a la izquierda política, especialmente a las fuerzas del ex presidente Rafael Correa, quien actualmente enfrenta persecución política. Recuerda que en las elecciones presidenciales de 2021, el candidato correista, Andrés Arauz, perdió por poco margen frente a Lasso. Despúes, las fuerzas de la izquierda y organizaciones sociales agrupadas en Revolución Ciudadana mostraron fuerza en las elecciones territoriales de febrero de 2023, ganando las alcaldías más importantes entre ellas Quito y Guayaquil y prefecturas provinciales.
Long indicó que el correismo tiene una buena probabilidad de ganar en las próximas elecciones y regresar al poder. Lasso había afirmado que no iba a la reelección y después retractó, sin embargo, su popularidad es baja, con una aprobación de entre 9 y14 porciento, lo que hace poco probable que se postule como candidato en las próximas elecciones.
Impactos regionales
Josefina Torres indicó que, ante la crisis política de Ecuador, la izquierda ecuatoriana se verá en el reto de responder ante un ambiente de desconfianza, de inseguridad. Dijo que las próximas elecciones podrán ser una oportunidad para buscar espacios horizontales y colectivos, de alianzas. Habrá que ver cuáles son las alianzas con las que llegará la izquierda a esa votación.
La crisis política en Ecuador es el reflejo de una crisis más amplia en la región, donde el neoliberalismo ha devastado la democracia, el estado de derecho, la institucionalidad y las condiciones sociales, económicas y de salud. Existe una necesidad urgente de transformar el modelo neoliberal y reconstruir la democracia en Ecuador. Esto requerirá movilización social y política desde abajo, así como alianzas entre fuerzas de izquierda para enfrentar los desafíos y amenazas actuales.
Para entender mejor el contexto regional, Ramón concluyó con una reflexión sobre cuáles son las implicaciones que han tenido las políticas públicas neoliberales en los países que las han adoptado. Los resultados negativos que han tenido en el ámbito social y económico son cada vez más evidentes, dijo, y en lo político han puesto en entredicho a las democracias. Las próximas elecciones en Ecuador, advirtió, no van a solucionar la crisis del país, pero sí pueden abrir camino a recuperar la democracia como una posibilidad política real.
En cuanto a las implicaciones regionales, el retorno del correismo al poder significaría un fortalecimiento del progresismo en América Latina, en un ambiente en el que la izquierda y la derecha política están en tensiones constantes, afirmó Guillaume.
Los tres panelistas afirmaron que la crisis política en Ecuador representa un momento de amenaza, pero también de oportunidad para la izquierda y los movimientos sociales. Es necesario que las fuerzas políticas y sociales trabajen para enfrentar los desafíos, reconstruir la democracia y avanzar hacia un modelo más justo y equitativo.
Aquí puedes ver la entrevista completa: https://www.youtube.com/watch?v=8ou2YH0uijY