Del programa “Mujeres Cruzando la Línea”, Violeta Radio, 26 de noviembre 2021
Laura Carlsen: Bertha Oliva es una figura histórica en la lucha hondureña. En 1982, junto con otras mujeres que habían perdido a sus seres queridos a la desaparicion forzada creó el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (COFADEH), una organización no gubernamental que promueve los derechos de los familiares de las víctimas de desapariciones forzadas entre 1979 y 1989. Actualmente es Coordinadora de COFADEH donde se ha dedicado a investigar, denunciar y litigar en defensa de los derechos de las personas presas y desaparecidas, así como en cuestiones referentes al derecho a la tierra en Honduras.
Bertha, bienvenida al programa Mujeres Cruzando la Linea.
Bertha Oliva: Sabes que, cuando me invitaron a participar en este programa contigo, entendí que no debería de decir no. Porque considero que es una obligación política y moral colocar nuestras preocupaciones con programas, con medios, y especialmente como este, que tiene un nombre realmente retador, y eso es lo que hacemos las mujeres–no solo en Honduras, sino en los diferentes países y en las diferentes latitudes del planeta–tratar de “cruzar la línea”. Porque si nos quedamos estáticas, con temores, pues no habrá procesos de avance, y de avance en términos democráticos y de fortalecer el Estado de Derecho y, sobre todo, el fortalecimiento de los derechos humanos que es el tema que a nosotros nos ocupa y que nos preocupa.
En este momento tenemos profundas preocupaciones porque en Honduras la impunidad es como el estándar más fuerte que hay. Por supuesto que hace 40 años nosotros llegamos a comprobar que enfrentábamos políticas de Estado y que esas políticas nos estaba llevando a retos inimaginables y era la permanencia de romper el silencio, de romper el manto de impunidad en que estábamos y que era como una telaraña que cada vez avanzaba a envolvernos más.
En esa línea es que miramos que la desaparición forzada era el punto de partida para dejar mensajes inolvidables, según los perpetuadores, en la familia, en la población y en los pueblos. Porque la desaparición forzada, primero, es un crimen de lesa humanidad, es el primer momento, y como es un crimen de lesa humanidad, es una herida mortal a la familia, a la sociedad y a los pueblos que, como no hay prescripción de delito, esa herida está abierta siempre. Tenemos, entonces, un luto permanente, que pasó fronteras, traspasó las paredes de los hogares, se hizo colectivo.
Logramos que la sociedad hondureña no fuera tan indiferente. Generar solidaridad en esto no era, no es ni ha sido, tarea fácil porque es enfrentarse contra los poderes del Estado establecido y contra poderes que controlan los estados. Nosotros los conocemos– los poderes fácticos, los que manejan a los gobiernos en representación del Estado, al margen, en la oscuridad. Entonces no es fácil.
Ahora entendimos también que el tema de las desapariciones forzadas, como es un tema no resuelto, es el caldo de cultivo para que se cometan nuevos hechos. Por eso es que en el 2009 cuando el golpe militar del estado, se cómete cualquier brutalidad en contra de la ciudadanía reclamando el derecho violado. Y eso no solo le trajo la brutalidad policial y militar en las calles, sino que de nueva cuenta aparece la figura de desaparición forzada, las ejecuciones arbitrarias y sumarias, la persecución política y el exilio político.
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“Yo creo que lo peor que le puede pasar a los pueblos son dictaduras con baño de democracia. Esto ha ocurrido [en Honduras].”
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Y bueno, de nuevo tenemos que trabajar para encontrar justicia con los hechos y los diferentes casos de violaciones a los derechos humanos que se generaron en el 2009 durante el golpe militar de Estado. Pero eso no ha sido posible, no fue posible y ha permitido entonces que año con año se vaya consolidando en el país una dictadura y yo creo que lo peor que le puede pasar a los pueblos son dictaduras con baño de democracia. Esto ha ocurrido.
Luego se convoca a elecciones en el 2017. El pueblo va masivamente con el deseo, con la voluntad de ver cómo es como la dictadura cae. Estoy convencida, sin tener los datos en este momento, que la oposición el 2017 ganó mayoría de electores, pero con los altos niveles de corrupción, manipulación y poder empezaron de nuevo los poderes fácticos a imponerse a través de las armas, a través de la remilitarización y militarización que ya es, entonces era, palpable, era visible.
Los pueblos no pueden avanzar en democracia cuando la democracia la quieren conseguir a través de la presencia militar en las calles y sometiendo a la población–eso no es democracia. En el 2017 producto de esa acción, hubo nuevas víctimas, nuevos asesinatos y ya no se escondían, lo hacían en la calle porque la gente estaba masivamente en todo el país reclamando el derecho violado, reclamando los niveles de corrupción y la manipulación.
Lo que se obtuvo fue eso—ejecuciones, asesinatos, exilio, desapariciones. Le apostamos igual que en el 2009, le apostamos igual que en los años 80, para documentar, hacer un trabajo de investigación de los hechos que teníamos, de aquella brutalidad que había para estar pendientes de las acciones del Ministerio Público, que es el integrante de representar según sus mandatos a la sociedad y a las víctimas. Esos son los mandatos, pero ha sucedido todo lo contrario. El Ministerio Público, que es el ente regulador, se ha convertido en el primer cuello de botella que tenemos los demandantes de Justicia. Para accesar a ella, o sea, yo le he llamado– y disculpa, no me gusta ser ‘primero yo y segundo yo’, no– pero en este momento quiero decir que he dicho varias veces y he calificado al Ministerio Público como una vulgar lavandería, donde convierte a la víctima en victimario y el victimario en víctima, y así hacen los requerimientos fiscales ante el órgano jurisdiccional que compete cada caso y van y pasan por esa lavandería las resoluciones del sistema judicial.
No son hechos aislados, sino que es ‘de compadre hablado’ con todo el sistema judicial, pues no tenemos justicia. ¿Qué es lo que quiero decirte con eso? Llevar un caso ante los tribunales nos ha costado muchísimo. En un caso fundamentalmente del 2017 por los 37 personas que fueron asesinadas en el marco del conflicto poselectoral, 37 personas nosotros contabilizamos que fueron asesinadas, y no quedaba duda la participación de las fuerzas policiales y de las fuerzas de orden público y de seguridad, el Ministerio de Defensa y de Seguridad. No había duda, no había mucho que investigar, solo se ha llevado un caso, pero resulta que la víctima casi la convirtieron en victimaria.
Entonces, ¿qué lo que nos espera de cara este nuevo proceso electoral? Las reglas no han cambiado mucho en lo que se refiere a la Ley Electoral, algunas pequeñas reformas y así como están las cosas en el país con el tema de la dictadura, pues no basta con reformas, deberíamos de apostarle a una nueva ley electoral. Dicho esto, creemos que se concurre casi con las mismas condiciones, pero la gran diferencia es que la mayoría de la población va con grandes esperanzas y determinación de lograr cambiar la historia en este proceso electoral y consciente también la mayoría de la población que cambiarla no va a significar aunque ganen en la oposición, digámoslo así, sino que es un medio para iniciar un proceso de ver cómo se recompone el actual orden de cosas que vive en Honduras.
¿Qué pensamos? Que van a ser unas elecciones quizás en que en el momento de depositar, no haya tanta conflictividad al ver los resultados, pero estoy convencida que al ser adversos a una u otra fuerza política, siempre va a haber conflictividad social.
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Las mujeres en los tiempos de mayor conflictividad, hemos sido las que hemos dado pasos al frente con determinación, sin miedo a lo que se pueda dar, y por eso ha habido todo una estrategia de ir atemorizando, persiguiendo, asesinando a mujeres a lo largo y ancho del país”
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Mi preocupación mayor es que las mujeres organizadas, y no organizadas pero que están conscientes de la necesidad de tener una nueva figura política que controle los poderes del Estado, que tiene la posibilidad de ejercer mejor participación, son las que estamos más expuestas, porque en un país y en una sociedad como la nuestra que es exageradamente machista, ese machismo lo lleva a la intolerancia. Las mujeres en los tiempos de mayor conflictividad, hemos sido las que hemos dado pasos al frente con determinación, sin miedo a lo que se pueda dar, y por eso ha habido todo una estrategia de ir atemorizando, persiguiendo, asesinando a mujeres a lo largo y ancho del país y se ve que hay una intencionalidad macabra de temorizar a la expresión más fuerte, más poderosa que se han generado cuando el país ha demandado y está en conflicto que somos las mujeres.
Por esa razón es que consideré oportuno acudir a la invitación para colocar nuestra preocupación a nivel general por la situación de crisis y de vulnerabilidad en los derechos humanos que tenemos y llamar la atención por los niveles de vulnerabilidad que enfrentamos las mujeres. Y en esta somos todas aquí, no se queda nadie– la del Barrio por ser del barrio, la de las comunidades que están defendiendo su tierra y territorio y las que están acompañando a los procesos de esa defensa de la tierra… igual tenemos la misma suerte, la gente que estamos dando la cara, viendo cómo articulamos gestiones, cómo articulamos la voz, cómo volvemos, nuestras voces potentes para romper el silencio y denunciarla la barbarie que estamos viviendo ante una estrategia de sembrarnos terror y hacernos como política el miedo y cultivarlo en nuestros cuerpos para lograr sus propósitos de seguir controlando los destinos de la nación.
Digo esto porque hay un interés bárbaro, como tú lo sabes: en Honduras está sucediendo el fenómeno de la venta del territorio para crear “ciudades modelo” y a menor resistencia, a menor grito, a menor defensa organizada en territorio que casi siempre la lideran sin ser vistas las mujeres, la lideramos las mujeres, ellos lo saben que es el momento de apretar contra la resistencia feminista o contra la resistencia que tenga enfoque o que tenga cara de mujer para poder someter a su gusto y antojo los destinos de la tierra y del país en general.
Yo lo digo–y no lo hablo esto solo porque lo he leído, es porque lo he vivido, es porque lo he visto, es porque lo he acompañado, es porque sé que estamos en desventaja absoluta– que nuestro llamado sí es enérgico, a toda la población en general en nuestro país que concurra a ejercer el derecho cívico ciudadano sin temores, pero también no solo a depositarlo, sino dispuesto a defender su participación qué es un derecho realmente altamente democrático si queremos cambiar las cosas en Honduras.
Estamos haciendo llamados para que la gente no se quede, pero a la vez estamos haciendo todo un ejercicio para tener a nivel nacional el registro de los delitos electorales, documentarlos y orientar a la población a dónde debe. Queremos y demandamos la exigencia de la apertura de Fiscalías a nivel nacional, debería de ser, para que se coloquen las denuncias de los delitos electorales que sin duda se están cometiendo ya y tenemos también la determinación y las redes tienen las indicaciones para que se registren, se documenten y este no solo es asesorar, sino que se acompañe donde se generan violaciones a los derechos humanos– ya lo estamos viendo a vísperas.
Imagínate, por ejemplo: Ayer asesinaron a un activista líder y en el departamento de Atlántida emboscaron a un candidato alcalde del Partido LIBRE y el otro del Partido Liberal. [Estas son] las situaciones que está viviendo el país preelectoral en cuestión de las garantías de la vida de los liderazgos reconocidos locales. No la están pasando muy bien, han sido amenazados, atacados, emboscados y ya algunos hasta asesinados.
No es el ambiente de fiesta que debería de ser, así un ambiente de fiesta para que todo mundo concurra, a motivar a la gente que concurra, sin miedo, pero los hechos que se están generando preelectoral son bastantes alarmantes, que solo suceden en los países que quién dirige es alguien que ha perdido la vocación de demócrata, sino que quiere consolidarse cada vez más en la dictadura y lo está haciendo a través de armas, a través de escuadrones de la muerte y a través de sus expertos operadores que se manejan, y que los tienen con carteles, o con el cartel que preside como narcotráfico, que preside el actual régimen.
Entonces eso te da la pauta para que veas que aquí no se está hablando de cosas de democracia, no se está hablando de procesos democráticos. Se está hablando de iniciar toda una tarea para romper la dictadura y poder avanzar a lo que tanto anhelamos, que es un país que aspiramos a tener democracia. La democracia solo es posible cuando entendamos que es fundamental el respeto de los derechos humanos, pero si no lo entienden los generadores del problema que son las entidades–porque aquí hay instituciones, pero no hay institucionalidad–no tenemos estado de derecho. Ni siquiera tenemos un estado de hecho, tenemos un estado deshecho.
Ese es el gran desafío—construir, y yo no hablo de reconstruir, hablo de construir un estado de derecho que nos permita avanzar para tener un pleno o acercarnos a un pleno disfrute de los derechos humanos, pero aquí todo está totalmente congelado, eso que aspiramos tener.
Reitero que las mujeres somos el primero objetivo y lo hacen de diferentes maneras porque tienen estructuras criminales para irlas llevando a cabo a su gusto y antojo, pero si permanecemos unidas, si permanecemos firmes en la determinación que hay que avanzar no habrá fuerza criminal que nos pueda detener. Podemos caer muchas, pero no todas, y creo que ahí es el llamado a estar cada vez más unidas, por qué la unidad es la que va hacer posible recoger los frutos de las que ya sembraron en la historia, en nuestra luchas para liberar los pueblos y liberar este pueblo que tanto lo necesita
LC: Bertha, nos ha dado un cuadro muy completo, muy elocuente, de la historia de la lucha hondureña y de los tremendos obstáculos que ha enfrentado el pueblo hondureño, y que sigue enfrentando, en este momento crítico de las elecciones. Solo me queda preguntarte: para nosostras, las mujeres en todo el mundo que tenemos un compromiso con su lucha, que hemos conocido y admirado la valiente lucha de las mujeres hondureñas desde el golpe de estado en adelante:
¿Qué podemos, que debemos, hacer para solidarizarnos, y para protegerlas y protegerlos en este periodo electoral tan delicado y tambien en el periodo pos-electoral que podria presentar estos riesgos tan graves?
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“Yo les pediría es que no olviden, que no nos olviden, que generemos sinergias, que fortalezcamos la solidaridad, la solidaridad entre pueblos”
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Bertha Oliva: Como los desafíos son tan enormes, lo primero que yo les pediría es que no olviden, que no nos olviden, que generemos sinergias, que fortalezcamos la solidaridad, la solidaridad entre pueblos, pero la solidaridad entre hermanas y en las humanas y humanos se hace y se va a hacer necesario para con nuestro país y nuestra gente. Que no tengamos duda en abrir la puerta, y cuando yo digo abrir la puerta, me refiero a abrir el corazón, abrir el pensamiento, colocar los buenos sentimientos hacia nuestro país. Denunciar lo que se pueda denunciar porque a veces nosotros tenemos serias limitantes para denunciar la magnitud de lo que estamos viviendo y nos basamos de repente en un caso pensando que la población que nos está leyendo a nivel nacional o a nivel internacional sabe de las generalidades que está pasando.
¿Y lo digo esto por qué? Porque es otro derecho que no lo tenemos, está totalmente coartado el tema del derecho a la información y se circula controlada, a cuentagotas, a través de los medios corporativos de comunicación que al final son los que colocan, siguen colocando, la agenda ante la opinión pública nacional e internacional. Entonces no olvidarnos, siempre tener comunicación, abrir la puerta para que sepamos y que nos hagan saber que no estamos solas, que en cualquier momento de urgencia, podemos contar con ustedes.
Incluye ir creando, por ejemplo, espacios para que algunas, si es nescesario que puedan salir, apoyarlas. Porque yo sí creo que las condiciones de Honduras están dadas para eso–para pedir ese tipo de solidaridad. Debemos a veces desplazarnos, es más, creo que se hace necesario poder salir, respirar un poco de aire diferente para poder desintoxicarse de la tragedia que vivimos.
No lo estoy colocando como que ustedes crean que estoy exagerando. No, aquí se vive un clima de inseguridad, un clima de violencia que crea altos niveles de incertidumbre y también afecta la estabilidad emocional. Eso es muy fuerte, porque cuando ya se toca la parte emocional de las personas, especialmente de las mujeres, pues las cosas no caminan bien. Hay que ir viendo cómo se tiene algún lugar para ir creando esos procesos, que podamos contar con ustedes.
Estos son así como recomendaciones de emergencia, pero yo sé que ustedes allá tienen la mente más fresca y las ideas son más creativas y pueden ser más fáciles de operativizar en los momento de crisis. No podemos quedarnos calladas, sino que ver que es lo que debemos generar, qué es lo que debemos hacer, cómo debemos articularnos, cómo debemos de expresar nuestra solidaridad a los pueblos y a su gente y cómo expresar y condenar todos los abusos del autoritarismo que se está viviendo y los altos niveles de corrupción e impunidad que vive el país, en este caso Honduras
Saben que aquí en mexico tienen su casa y ahí está planteada la responsabilidad que todas nosotras y de nosotros aquí en los otros países que estamos muy pendientes de lo que está pasando en Honduras y vamos a seguir pendientes en este proceso electoral y en la parte de lo que sigue que esperemos con todo corazón sea una nueva época de construcción, reconstrucción e emancipación para las mujeres y para toda la población hondureña.
LC: Bertha Oliva, muchísimas gracias por acompañarnos por platicar con nosotros aquí en el programa el día de hoy. Le deseamos todo el éxito y mucha seguridad y felicidad en ese proceso y estamos en contacto.
Bertha Oliva: Yo creo que nosotras estamos obligadas siempre a ser felices, lo necesitamos, pero a lo que estamos también obligadas es nunca quedarnos con las cosas malas, sino de todo lo malo buscar las formas positivas para poder respirar, para poder caminar y poder construir y reconstruir. Yo de eso estoy convencida que tengo que hacerlo porque si no ya no estuviera ni siquiera hablando, sino que estuviera en otra altitud. Muchas gracias, estamos en contacto.
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