- Uruguay: Invasión de transgénicos
- Nicaragua: No hay soberanía alimentaria sin semillas criollas
- Holanda y la soya (ir)responsable
- Bolivia: Tribunal Internacional de Justicia Climática
1. Uruguay: Invasión de transgénicos
El maíz transgénico está contaminando el maíz no transgénico en Uruguay, según ha determinado un estudio titulado "Interpolinización entre cultivos de maíz transgénico y no transgénico comerciales en Uruguay", llevado a cabo por investigadores de las facultades de Agronomía, Química y Ciencias de la Universidad de la República.
Uruguay es el cuarto productor de transgénicos a nivel mundial, sostiene el Servicio Internacional para la Adquisición de Agri-Aplicaciones de la Biotecnología (ISAAA). En 2003 se autorizó en el país el maíz transgénico MON 810 y al año siguiente se autorizó el segundo maíz transgénico, BT11. Están siendo sembrados para fines comerciales y de uso humano y animal. En la zafra 2007/08, el maíz transgénico ocupó una superficie de casi 100 mil hectáreas (casi 250 mil acres), equivalente al 16% de los cultivos de verano en el país.
El estudio fue financiado por REDES—Amigos de la Tierra Uruguay, a través del Programa Uruguay Sustentable. El 28 de septiembre los ambientalistas enviaron el estudio y una carta adjunta a todos los ministros que forman parte del Gabinete Nacional de Bioseguridad y a la presidencia de la Comisión para la Gestión del Riesgo, en la que manifestaron su preocupación.
Los autores plantean que el estudio muestra el fracaso de la política del gobierno de promover una llamada "coexistencia regulada" entre cultivos transgénicos y sus contrapartes no transgénicos. Según esta política, una separación de 250 metros entre una siembra transgénica y una no transgénica es suficiente para evitar que el polen transgénico fertilice los cultivos no transgénicos. El estudio documentó varios casos de contaminación transgénica en los que la distancia de aislamiento excedía los 250 metros.
Además de maíz transgénico, Uruguay tiene soya transgénica, y desde su aprobación por las autoridades en 1996 la expansión de su área cultivada ha sido extremadamente veloz. Entre las temporadas de siembra de los años 2000/01 y 2007/08, su área cultivada pasó de 10,000 a 462 mil hectáreas (sobre 1.14 millones de acres). Hoy día la soya transgénica ocupa 75% del área de cultivos de verano y es el cultivo de mayor extensión en el país, informa la organización ambientalista RAPAL-Uruguay.
"El modelo basado en la utilización de semillas transgénicas—siembra directa y utilización de un amplio paquete de agrotóxicos—ha determinado grandes impactos a todo nivel", según RAPAL-Uruguay. "Algunos de los impactos sociales han estado determinados por una fuerte concentración y extranjerización de la tierra y suba del precio de la tierra, provocando así la expulsión y desaparición de pequeños productores de sus campos. Entre los impactos ambientales se encuentra la degradación y erosión de los suelos y la contaminación, habiéndose constatado numerosos casos de mortandades de abejas y de peces. El aumento de los agrotóxicos ha sido de entre el 300 a 500%."
Se siembran cultivos transgénicos en 18 de los 19 departamentos de Uruguay. El único departamento sin transgénicos es el de Montevideo. A pesar de ser hogar de casi la mitad de la población de la república, el departamento de Montevideo tiene una importante producción de hortalizas y frutas. El área rural de Montevideo provee sobre la mitad del consumo nacional de hortalizas de hoja, como espinaca y lechuga; más de la cuarta parte de las manzanas, duraznos, peras y ciruelas, y además importantes porciones de la producción nacional de limones, uvas y tomates.
La posible entrada de soya y maíz transgénico al departamento de Montevideo tiene a muchos ambientalistas preocupados.
"Montevideo se encuentra sitiado desde los últimos años por la soja y el maíz transgénico", advierte RAPAL-Uruguay. "La introducción de cultivos transgénicos en el departamento de Montevideo significaría abrir una brecha al único departamento libre de estos cultivos y resultaría en la expulsión de pequeños granjeros horticultores y fruticultores y poblaciones enteras serán desplazadas a la ciudad huyendo de los bombardeos de agrotóxicos al verse imposibilitados a continuar con su producción."
En 2002 la junta departamental de Montevideo aprobó una resolución que prohibe la siembra y/o importación de semillas y cultivos transgénicos. RAPAL le exhorta a la junta a mantener vigente esta prohibición y que no se quede en papel solamente.
Fuentes:
Cárcamo, María Isabel. "Montevideo sitiado por los transgénicos, ¿Protegerán las autoridades la muralla?" http://www.rapaluruguay.org/transgenicos/Uruguay/montevideo_sitiada.html.
REDES- Amigos de la Tierra Uruguay. "Contaminación transgénica en Uruguay: revelación de estudio científico," http://www.redes.org.uy/.
Para mayor información:
http://bioseguridad.blogspot.com/search/label/Uruguay
2. Nicaragua: No hay soberanía alimentaria sin semillas criollas
Lucía Aguirre, representante de la organización Swissaid, que forma parte de la campaña Semillas de Identidad. Foto: www.rel-uita.org. |
En Nicaragua la campaña Semillas de Identidad promueve y desarrolla iniciativas, conocimientos y tecnologías de desarrollo local, basadas en el manejo sustentable de la biodiversidad y el intercambio de conocimientos tradicionales, con miras a contrarrestar el monopolio, la dependencia y la enajenación de semillas criollas. Semillas de Identidad, producto de una colaboración entre varias organizaciones no gubernamentales, también cuenta entre sus propósitos el provocar un debate público con diferentes sectores de la sociedad sobre la problemática de los recursos genéticos y los cultivos transgénicos.
Mediante ferias de semillas y alimentos criollos, muestran y promueven en los consumidores y representantes del gobierno las variedades de semillas criollas, acriolladas y los alimentos derivados de las mismas, así como la importancia de promover su rescate a través de políticas nacionales y leyes específicas.
"Hemos identificado 250 variedades entre maíz y frijoles. Un patrimonio genético sumamente importante para Nicaragua que constituye la base de la alimentación y la seguridad alimentaria del país. Se trata de un inventario vivo que día a día vamos actualizando", dijo Lucía Aguirre, representante de la organización Swissaid, que forma parte de la campaña.
"Aproximadamente 20 mil familias nicaragüenses ya están trabajando en el rescate de las variedades criollas, y en el 80 por ciento del área cultivada con granos básicos se utilizan semillas criollas y acriolladas", informó Aguirre en entrevista con REL-UITA. "En el país ya existen más de 160 bancos de semillas, atendiendo a 3 mil familias campesinas y garantizando las semillas para la siembra de los diferentes ciclos agrícolas."
Semillas de Identidad está en proceso de establecer parcelas de propagación de semillas y de caracterización agronómica, para así ofrecer a las instituciones académicas y de gobierno los datos completos de las diferentes variedades de semillas y usarlas en los programas ministeriales. La campaña también promueve ordenanzas municipales en pro de las semillas criollas y en contra de la introducción de semillas transgénicas.
"Con la campaña se sensibiliza sobre los riesgos que conlleva la introducción de semillas transgénicas, haciendo énfasis en la riqueza genética que tiene nuestro país. Nosotros ya tenemos la respuesta a las necesidades de producción y a la seguridad alimentaria, y no necesitamos importar semillas con un alto riesgo ecológico y que atentan contra la economía campesina", explicó Aguirre.
A nivel nacional, Semillas de Identidad cabildea por una ley de bioseguridad y una ley de biodiversidad, para complementar la recién aprobada Ley de Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional.
Fuente:
Rel-UITA. "Campaña Semillas de Identidad: La semilla criolla es imprescindible para alcanzar la soberanía alimentaria". http://www.rel-uita.org/agricultura/alimentos/semillas_de_identidad.htm.
Para mayor información:
http://semillasdeidentidad.blogspot.com/
3. Holanda y la soya (ir)responsable
La Mesa Redonda de Soya es una iniciativa de la agroindustria para legitimar y expandir el monocultivo de soya en Suramérica. Foto: www.redes.org.uy. |
El Grupo de Reflexión Rural de Argentina, La Soja Mata, Toxic Soy y Salva la Selva están haciendo campaña para que el gobierno holandés se retire de la Mesa Redonda de Soya (o soja) Responsable. Esta mesa redonda (RTRS, por sus siglas en inglés) es una iniciativa de la agroindustria para legitimar y expandir el monocultivo de soya en Suramérica, con unos supuestos criterios de sustentabilidad y responsabilidad social.
Las cuatro veces que la RTRS se ha reunido, ésta ha tenido el rechazo total de la sociedad civil, organizaciones no gubernamentales (ONGs) y comunidades afectadas por el monocultivo soyero. En abril de 2009, 90 organizaciones y redes activistas firmaron una carta de repudio contra la Mesa Redonda, en la que se declara categóricamente que el monocultivo de soya nunca puede ser sustentable o responsable.
Los impactos ambientales del monocultivo soyero incluyen "pérdidas de bosques y sabanas debido a la destrucción directa que provocan los monocultivos de soja, el desplazamiento de la agricultura existente (en particular las explotaciones ganaderas y los pequeños propietarios agrícolas); pérdidas relativas a la biodiversidad; emisión de los gases de efecto invernadero a la atmósfera a través del cambio de uso de la tierra y el uso de fertilizantes que incluyen emisiones de óxidos de nitrógeno; erosión del suelo, perturbación de la superficie, agua freática y pautas de precipitación", dice la carta.
Añade que "Los criterios y los principios de la RTRS son también demasiado débiles para proteger la integridad y biodiversidad del Amazonas, Cerrado, Chaco y otras regiones de una degradación inmediata, severa e irreversible. El Amazonas, Cerrado, Chaco y otras regiones están bajo la amenaza inmediata de una constelación de prácticas agrícolas perjudiciales y de impactos sociales… para lo cual el cultivo de soja es un factor central. Los principios y los criterios del RTRS no son suficientes para enfrentar estas cuestiones con eficacia."
La campaña se intensificó este mes, cuando en espacio de una semana se reportó en Paraguay las muertes de seis indígenas Mbya Guaraní por intoxicación con agrotóxicos utilizados en la producción de soya, y la de un campesino en un conflicto de tierras con un latifundista productor de soya.
"En Argentina, la población directamente afectada por las fumigaciones se ha organizado en la Campaña Paren de Fumigar para denunciar a la industria sojera", dice una carta abierta de la campaña contra la RTRS dirigida al gobierno holandés. "La salud de los pueblos en estos países se está resintiendo gravemente. Y la solución no está en años de discusiones en Mesas alejadas física y moralmente de esta realidad… La RTRS no es una iniciativa legítima, ya que muy pocas ONGs y ningún movimiento campesino ni comunidad indígena de Sudamérica ofrece su apoyo a la misma."
Fuentes:
La Soja Mata. "Carta de oposición crítica a la Mesa redonda sobre Soja Responsable", abril 2009. http://lasojamata.org/es/node/373.
Salva la Selva. "Gobierno holandés financia soja (ir)responsable", 5 de octubre 2009. http://www.biodiversidadla.org/content/view/full/52191.
Para mayor información:
http://carmeloruiz.blogspot.com/search/label/RTRS
4. Bolivia: Tribunal Internacional de Justicia Climática
En este mes de octubre toma lugar en la ciudad boliviana de Cochabamba la primera audiencia del Tribunal Internacional de Justicia Climática, previo a la VII cumbre de los países de la Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe (ALBA). La iniciativa sancionará "moralmente" a los responsables de los crímenes climáticos, y sus conclusiones serán presentadas ante las Naciones Unidas, según un reportaje de Radio Mundo Real. El tribunal surge de un acuerdo tomado en la IV Cumbre Continental de Pueblos y Nacionalidades Indígenas del Abya Yala (Puno, Perú, mayo del 2009).
En su Primera Audiencia, el Tribunal recibirá denuncias contra las corporaciones Doe Run y Minera Volcán de Perú, la organización Face Profafor, los Gobiernos de Suramérica que desarrollan los megaproyectos de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), y una empresa que produce etanol en el Valle del Río Cauca de Colombia.
"Face Profafor es un proyecto de la empresa europea Face y el gobierno ecuatoriano, que ha tomado extensas áreas para plantar pinos y otras especies exóticas en el marco de los ‘créditos de carbono’, causando impactos a las comunidades locales", dice la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas, que participó en la creación del tribunal. "La producción de etanol en el valle del Cauca, en Colombia, es similar, con el cultivo masivo de caña de azúcar para producir agrocombustibles. Ambos se inscriben dentro de las ‘falsas soluciones’ al cambio climático, que en lugar de revertir el calentamiento global impactan en la biodiversidad y los derechos de los pueblos."
El tribunal "permitirá denunciar en este espacio de ‘vigilancia social’ la ausencia de convenios internacionales que realmente sancionen a los responsables de la destrucción del planeta… Las organizaciones buscan, a partir de esta experiencia, construir un ‘sistema vinculante’ que castigue los ‘crímenes ambientales y las grandes tragedias humanas’ provocadas por ‘intereses financieros y mezquinos’", informa Radio Mundo Real.
Fuentes:
Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas. "Tribunal Internacional de Justicia Climática inicia su primera audiencia", 13 de octubre 2009. http://www.alainet.org/active/33660&lang=es.
Radio Mundo Real. "Hay responsables: Nace en Bolivia el Tribunal Internacional de Justicia Climática", 12 de octubre 2009. http://www.radiomundoreal.fm/Hay-responsables.