En respuesta a la desinformación y al nulo acceso a los medios de comunicación masiva, grupos de ciudadanos han creado redes de comunicación alternativos con un rol fundamental para la Latinoamérica actual. Conjuntamente estaciones de televisión comunitaria están transformando el paisaje americano. Ésta redefinición del espacio para medios independientes tiene tres funciones vitales: Difusión de información alternativa, brinda espacios para la voz popular especialmente la voz de los no-representados en los medios, y por último el crear comunidad. En Argentina, grupos ciudadanos de comunicación luchan simultáneamente por espacios autónomos y por reformas a las leyes de medios de comunicación que los permitirán operar legalmente.
Foto: www.anred.org. |
Tener acceso a la programación televisiva es prácticamente imposible en gran parte del mundo si no se es un gran conglomerado de medios, una celebridad o una corporación que vende su producto en los anuncios. Pero ¿qué hay de la sociedad civil? El derecho al uso de la televisión ¿no debería ser igual para ciudadanos-los consumidores de la televisión-como lo es para las corporaciones? ¿La televisión no debería ser un derecho para todos y no solo para unos pocos privilegiados?
En la Argentina, la concentración de los medios se remonta a la dictadura militar entre 1976 y 1983, cuando se censuró la mayor parte de la prensa y se implementaron leyes duras para evitar que se expresara públicamente la oposición. La legislación de radiodifusión de la época de la dictadura argentina sigue intacta hasta el día de hoy.
Sin embargo, durante las décadas pasadas grupos que producen medios alternativos e independientes para la televisión, la radio y el video han surgido para contrarrestar la desinformación de los medios de comunicación masiva. Pese a que estos grupos enfrentan obstáculos legales y carencia de recursos el movimiento de medios de comunicación independientes continúa en ascenso.
Una Historia de lucha por el Acceso
Antena Negra: La comunicación no es mercancía. Foto: Marie Trigona. |
Las raíces del video-activismo actual se hallan en los movimientos artísticos y cinematográficos latinoamericanos de los años 60 y 70. Grupos argentinos como Cine de la Base y Cine Liberación dejaron un gran legado de cine político en el Cono Sur narrando la lucha de las clases trabajadoras y de liberación nacional.
Los antecedentes de la televisión pirata o de las transmisiones ilegales se remontan a los años de la última dictadura militar cuando distintos grupos interceptaban la señal de transmisión interrumpiendo la programación televisiva y transmitir así información relativa de la resistencia clandestina a la desaparición forzada que vivían activistas, trabajadores, y estudiantes por el gobierno militar. Estos grupos enfrentaron una implacable violencia y persecución—Raymundo Gleyzer, director de cine y fundador de Cine de la Base, fue desaparecido en 1976 por un comando armado, mientras muchos otros cineastas fueron forzados al exilio.
La dictadura usó las desapariciones no solamente para aterrar a la oposición sino también para garantizar las condiciones políticas necesarias para imponer el modelo económico neoliberal actual. La carencia de restricciones en cuanto a la propiedad de los medios y la muerte de las políticas públicas que promueven la diversidad de los medios han llevado al monopolio implícito de los medios que reina hoy día. Un ínfimo puñado de conglomerados de los medios ahora controlan la mayor parte de los medios de la nación. Clarín, Telefónica y Telecom son los conglomerados más grandes y entre ellos administran canales de televisión, noticieros, cable, internet, teléfono y radio.
La ley de emisión de radio argentina (Ley de Radiodifusión 22.285) se remonta a 1980, cuando la dictadura militar aún se encontraba en el poder. El dictador Jorge Rafael Videla aprobó la ley, la cual garantizó ganancias a los propietarios privados de los grandes medios, prometió apoyo a la dictadura de los mercados de los medios, y silenció a los periodistas que reportaran sobre el genocidio sistemático que ocurría en el país. Comandos armados mataron a más de 100 periodistas durante la dictadura militar.
La ley impuesta otorgó las pocas estaciones de televisión existentes bajo control militar. El artículo 96 de dicha ley, todavía en vigencia, estipula que el control del Comité Federal de Radiodifusión (COMFER) recae sobre la Secretaría de Inteligencia de Estado.
Hoy en día, bajo el ojo vigilante del COMFER, solo unos pocos conglomerados de medios controlan la mayor parte del espacio de transmisión: Telecom, America, Multicanal, Telefónica, Grupo Clarín y Cable Visión. En una paradoja del Gran Hermano, la ley esencialmente permite únicamente a los conglomerados de medios de comunicación, a la Secretaría de Inteligencia de Estado, y a los militares el control y regulación de los medios de comunicación.
Carencia de Diversidad en los medios
Desde el retorno a la democracia en la Argentina (1983), solamente se han efectuado reformas menores a la ley, sin embargo, dichas reformas han sido para promover la propiedad privada y la concentración de los medios. Según la ley, solamente un grupo individual o comercial establecido en el país tiene el derecho de adquirir una licencia para emitir una señal de televisión o radio. Los grupos, cooperativas, o asociaciones comunitarias sin fines de lucro no tienen derecho a solicitar una licencia de transmisión. Para las estaciones de radio y televisión comunitaria, esta ley es un remanente de los días del mando autoritario que literalmente ha bloqueado cualquier posibilidad de obtener permiso legal de emitir.
Desafíos Clave
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Los grandes beneficiaros de esta ley han sido los grupos corporativos que han homogeneizado mucha de la cobertura mediática del país. El ex presidente Carlos Menem privatizó las estaciones estatales o dirigidas por el gobierno de radio y televisión en 1990, concediéndoles a las estaciones recién privatizadas el derecho a emitir hasta el 2005. A través de una serie de tretas y artimañas varios grupos económicos individuales han adquirido más de 24 licencias; a pesar de que la ley indica que un grupo económico individual puede poseer solamente un máximo de cuatro licencias. En 2005, el presidente Néstor Kirchner aprobó el decreto menemista 527/05 que renueva las licencias de los conglomerados de medios por un período de gracia inicial de 35 años. Las tres estaciones más grandes de la nación seguirán en manos de los mayores grupos económicos: Daniel Hadad, el magnate derechista de los medios conservará el canal 9 hasta el 2019, el Grupo Clarín poseerá el canal 13 hasta el 2025, y la compañía española Telefónica tendrá a Telefé (canal 11) hasta el 2025.
La concentración corporativa de los medios prácticamente ha eliminado la diversidad en los medios, específicamente la programación televisiva. Existe muy poca diferencia entre los contenidos de distintas estaciones televisivas. Los noticieros ocupan más tiempo en reportes de robos insignificantes que en asuntos de trascendencia nacional. La última tendencia en la televisión argentina es el surgimiento de programas como "Bailando con las Estrellas" y "Big Brother", los cuáles han sido adaptados para el público sudamericano logrando récords de rating con más de 30 millones de televidentes argentinos. Representantes gubernamentales del COMFER han, incluso, admitido que la programación televisiva está saturada de basura.
En una entrevista reciente el director del COMFER, Claudio De Cousandier, declaró que la desregulación y la consolidación de los medios son los culpables del estado actual de la televisión argentina. "Debido a la desregulación, grupos de medios pueden controlar diarios, canales de transmisión televisiva y estaciones de televisión por cable—conduciéndonos a la concentración de medios e incluso al monopolio. En los últimos dos años el COMFER ha estado bajo la presión de las negociaciones para una mayor apertura en la obtención de permisos de transmisión para estaciones de baja señal de transmisión, pero mucho dinero e intereses están involucrados."
La Ciudadanía demanda una nueva legislación
Por años, grupos de medios comunitarios y organizaciones de derechos humanos han luchado por una nueva legislación de medios. En 2008, más de 300 organizaciones sociales, agrupaciones sindicales, grupos de derechos humanos, pequeños negocios, y algunas organizaciones de medios comunitarias formaron un comité oficial de asesoramiento para debatir una nueva ley de medios. Luego de 30 años de la legislación de la dictadura, la ley puede someterse a una reforma en la que se puedan incluir medios comunitarios y un mejoramiento al acceso y diversidad de la televisión y la radio.
Demandas Ciudadanas:
Propuestas Ciudadanas:
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La Coalición por una Radiodifusión Democrática, compuesta por cientos de organizaciones, realizó una campaña en la que se presentó una carta formal a la presidenta Cristina Kirchner proporcionando las directrices para una nueva propuesta de ley. La Coalición tuvo un papel importante en la preparación de los 21 puntos de la legislación que la presidenta ha adoptado.
Al menos desde 2005 el grupo de derechos humanos Madres de Plaza de Mayo se ha concentrado para impulsar una reforma a la ley de medios. Las Madres incluso en 2005 lanzaron su propia estación en AM, 530 AM La Voz de las Madres. También han impulsado campañas con panfletos y de transmisión en vivo desde la histórica Plaza de Mayo, donde han demandado una nueva legislación y un permiso de transmisión legal para su estación de radio.
Otra radio comunitaria, Radio Gráfica—Recuperando el Aire transmite desde una de las fábricas recuperadas en Argentina, una imprenta. La radio comenzó a transmitir en 2005. No tuvieron ningún reconocimiento legal hasta 2007, cuando la legislatura bonaerense declaró a la radio de interés público y cultural. Su licitación se vio obstaculizada debido a que no son una asociación comunitaria con fines de lucro.
Los esfuerzos de los grupos comunitarios han empezado a rendir frutos. El 18 de marzo de 2009 la presidenta Cristina Fernández de Kirchner presentó una iniciativa para reformar la legislación promulgada durante la pasada dictadura argentina. La iniciativa presidencial, denominada Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (SCA) fue respaldada por numerosos actores, periodistas y figuras mediáticas. La ley estipula: "Las ondas de radiodifusión pertenecen a la comunidad, son patrimonio de la humanidad … deben ser administradas por el Estado con un criterio democrático."
La ley SCA formula distintos cambios a la legislación de medios. El siguiente es el aspecto más importante de la ley: La ley reserva el 33% de las ondas para grupos sin fines de lucro. Este punto asegura y garantiza el acceso y licitación de transmisión a asociaciones comunitarias, grupos no lucrativos, y emisiones universitarias.
El vicepresidente del COMFER, Sergio Fernández Novoa, declaró en una entrevista para la agencia Telam lo siguiente: "La anterior ley solamente permitía a individuales o empresas comerciales competir por licencias, significando que ningún individual sin fines comerciales podría tener una estación radial o televisiva en la Argentina, como cooperativas, asociaciones civiles, o radios comunitarias. Ahora no solo pueden hacer eso, sino que tienen garantizado un tercio de las ondas radiales actualmente controladas por emisoras privadas comerciales."
Muchos medios de comunicación comunitarios como la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) han expresado su apoyo a la ley que "modifica radicalmente el modelo que se ha construido a partir de la concentración privada y monopólica de los medios por una ley promulgada en la última dictadura militar." Incluso el Dios del futbol Diego Armando Maradona apoya la ley, que incluye una cláusula que prohíbe que estaciones privadas como Direct Tv y Pay Per View cobren por la difusión de eventos deportivos de gran interés. "Esta ley permitirá a todos los argentinos seguir grandes eventos deportivos sin costo", declara Maradona.
La iniciativa de ley no prevé disposiciones especiales para grupos minoritarios argentinos o para el financiamiento de proyectos de difusión comunitarios. Las comunidades indígenas argentinas han demandado su inclusión dentro de la legislación.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su esposo el senador Néstor Kirchner presentarán la iniciativa modificatoria de la ley de radiodifusión ante el Congreso Nacional antes de las elecciones del 28 de junio de 2009. Solo el tiempo dirá si la iniciativa pasará. Pero con una fuerte oposición en el Congreso y con importantes críticas del poder económico la iniciativa puede ser rechazada.
Los detractores de la nueva ley han atacado a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de tratar de convertir a los medios privados de comunicación argentinos en un modelo venezolano de estaciones comunitarias subsidiado por el Estado.
La Asociación Internacional de Radiodifusión (IAB, por sus siglas en inglés) se opone a la ley propuesta diciendo que pondrá en peligro la libertad de expresión en la nación sudamericana. Durante la última reunión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Washington, la IAB criticó al gobierno argentino al decir que el proyecto crea medios de comunicación "más vulnerables y dependientes." En un editorial alarmista en el diario Clarín, el más grande conglomerado de medios argentino, titulado "No violen la Libertad de Expresión," Luis Pardo Sainz advierte el riesgo de una eventual toma Estatal de los medios de comunicación—diciendo que el Estado será un peor monopolio que el monopolio corporativo mediático.
En el editorial, Sainz también declaro que la IAB estuvo acertada en advertir el debilitamiento de los medios, y acuso a Venezuela de controlar las líneas editoriales de los medios bajo la apariencia de propósitos comunitarios al crear una amplia red de medios que parecieran diversos pero con una sola tendencia ideológica. Realmente Sainz está diciendo que ¿la diversidad construida a partir de los medios comunitarios de y para el pueblo es peligrosa?
Construyendo Alternativas
Por décadas, activistas de los medios latinoamericanos han destruido el mito de la construcción de medios de comunicación solo a partir de la renta del equipo y del financiamiento corporativo. Radios y televisión comunitarias han estado presentes durante décadas. Durante los 90, Argentina tenía una estación de televisión pirata que transmitía las 24 horas del día. Desde finales de los 80 Radio Favela, transmitía desde las favelas brasileñas (zonas urbanas marginales). Muchos productores de documentales del Cono Sur utilizaron películas e incluso señales de televisión interceptadas para resistir las dictaduras represivas de los años 70.
Estrategias y tácticas eficaces
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Tecnología digital relativamente económica como cámaras de video digitales, grabadoras de audio, computadoras y software de edición ha transformado el panorama radicalmente. En la actualidad, cineastas amateur pueden grabar, editar y distribuir sus proyectos a la audiencia global a través de internet.
A través de Suramérica, los grupos han luchado para establecer estaciones permanentes de televisión comunitaria y se han enfrentado a desafíos crecientes debido a los ataques del gobierno y la carencia de infraestructura. Un ejemplo de esto fue Utopía TV. Utopía funcionó como una estación de televisión de 24 horas que se emitió en Buenos Aires entre 1992 y 1997. La programación incluía un noticiero diario de una hora que destacaba las luchas contra el neoliberalismo durante la administración del ex presidente Carlos Menem. La estación servía de portavoz para los ocupantes de terrenos, esparciéndose en esos momentos por las zonas suburbanas industriales del Gran Buenos Aires, para los pensionistas que luchaban por su dignidad luego de trabajar una vida entera, para las Madres de la Plaza de Mayo, quienes luchaban contra las leyes de impunidad para los oficiales militares acusados de crímenes contra los derechos humanos, y para los levantamientos en la norteña provincia de Salta. Grupos diversos participaron en la estación, dirigiendo programas de música y artes centrados en el activismo local.
Utopía nunca tuvo legalidad y la policía constantemente hizo redadas en la estación, situada en el piso 21 de un edificio de apartamentos en la vecindad de Flores. La policía confiscó su equipo en numerosas ocasiones, pero los activistas de medios de la estación aprendieron a construir sus propios transmisores, permitiéndoles reemplazar rápidamente cualquier equipo dañado o confiscado. Muchas veces mientras estaban rodando en las calles, los participantes fueron arrestados y la policía rompió cámaras. La estación cerró finalmente debido a la persecución incesante de la policía.
A pesar de la ley de la época de la dictadura, agrupaciones de base están luchando por construir experiencias de televisión comunitaria. La idea es establecer legitimidad y después luchar por la legalidad. La lógica de los organizadores de la televisión comunitaria es bastante similar a la lógica de las empresas recuperadas en Argentina. Cuando no les quedaba otro remedio, los trabajadores decidieron asumir el control de las fábricas y tomar las riendas de la producción ellos mismos. Solamente más adelante, cuando obtuvieron el apoyo de la comunidad y probaron que podían administrar una fábrica, fue que exigieron legalidad.
El Estado hasta ahora no ha estado dispuesto a hacer modificaciones a la legislación de los medios; los activistas se han dado cuenta de que la única manera de hacer que la ley cambie es forzando a los legisladores a reconocer las demandas legítimas de los ciudadanos para el acceso a los ondas radiales.
Ágora TV es un proyecto alternativo de televisión comunitaria que se está emitiendo actualmente mediante el sitio web www.agoratv.org. El colectivo de video Grupo Alavío construyó el sitio como una iniciativa para lanzar una estación en la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, imprevistamente, el sitio web se ha convertido en una herramienta poderosa, con miles de televidentes en todo el mundo sintonizándose desde sus computadoras para ver videos rara vez vistos en la televisión comercial.
El objetivo de Ágora TV es que el público se apropie de los medios y los utilice como herramienta para la transformación social. El sitio ofrece producciones de video de todas partes de América Latina que tienen que ver con asuntos como conflictos laborales, movimientos sociales, luchas indígenas, y arte de video experimental. El colectivo de video bonaerense Grupo Alavío creó el sitio en 2006 como una herramienta organizativa y como espacio mediático para grupos que de otra forma no tendrían accesos a las ondas radiales.
Además de Ágora TV, una serie de emisiones de televisión comunitaria se han difundido a través del Gran Buenos Aires, incluyendo TV Antena Negra, TV Dario Santillán, TV Piquetera, TV Claypole y TV Libre de Matanza. La TV Claypole y la TV Libre han adquirido transmisores de televisión de bajo poder y emiten dentro de un territorio específico, pero sin reconocimiento legal.
TV Piquetera transmite señales de TV pirata en vivo durante bloqueos de carreteras y emite desde vecindades en las zonas en que abunda la pobreza. La TV Piquetera comenzó en 2001 en los barrios obreros de las cercanías de Buenos Aires y desde entonces se ha emitido con base en varias vecindades, rotando los lugares de transmisión. Hasta ahora, las transmisiones se han planeado según fechas o actividades especiales. Estas estaciones de televisión comunitaria han tenido emisiones irregulares principalmente debido a la falta de coordinación en la producción, la falta de entrenamiento, y el tiempo considerable dirigido a luchar por las reformas a la ley de radiodifusión.
Muchos de los proyectos de televisión comunitaria se adaptan a las nuevas audiencias y tecnología. Una de las nuevas tecnologías implementadas es la visualización de los videos en vivo vía streaming. Así que aunque no tengas un aparato de televisión, puedes ver los videos en vivo a través de este medio. Grupos como Antena Negra han transmitido videos en vivo vía streaming de algunas acciones de protesta, una sobresaliente fue una huelga en el Subte de Buenos Aires. El colectivo pudo filmar e inmediatamente subir el video a la red en vivo de la represión a los trabajadores que pedían un plebiscito para formar su propio sindicato. En suma a esto, el nuevo grupo Antena Negra transmite un programa de dos horas cada sábado en el Gran Buenos Aires.
Todos estos proyectos de televisión y de video independientes han trabajado incesantemente con las mujeres de la comunidad en la producción de medios. Regularmente producen videos y contenidos que tienen que ver con el movimiento de las mujeres y los problemas que lo atañen en la región. La perspectiva de género está presente en la cobertura de los eventos al combatir el sesgo genérico expuesto en las grandes corporaciones de medios.
Vinculaciones Globales
Una estrategia de las organizaciones de base es proveer las herramientas y entrenamiento necesario para la construcción de sus propios medios. Foto: Marie Trigona. |
A través del intercambio de materiales distintos grupos en Latinoamérica han creado fuertes vínculos. Para Ágora TV este intercambio ha sido la clave. Videos de todas partes de América Latina han llegado a Ágora TV. Los grupos a través de América Latina envían enlaces a sus videos en línea para emitirlos en Ágora TV. Hubo asombro en el grupo cuando la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) los contactó para emitir sus videos en Ágora TV, en vez de fiarse del sitio comercial YouTube.
Con frecuencia los videos se envían poco después de haberse completado, como es el caso de Guarapito Films, un colectivo ecuatoriano que ha documentado el impacto brutal que la extracción de petróleo de Repsol-YPF provoca en las comunidades indígenas. El sitio web ofrece una sección en inglés y portugués, con videos subtitulados.
Otra iniciativa internacional ha sido el entrenamiento y consulta con grupos en Uruguay y Chile que desean lanzar estaciones de televisión comunitaria o colectivos de video. El Grupo Alavío ha hecho grandes esfuerzos para desarrollar vínculos con otras estaciones latinoamericanas de televisión comunitaria como Catia TVe en Venezuela y Canal 3 La Victoria en Santiago, Chile. Catia TVe les proporciona a miembros de la comunidad herramientas para realizar sus propias producciones y así verse reflejados en sus programas. En Venezuela, muchos proyectos de medios comunitarios han brotado del terreno fértil de la participación comunitaria y del apoyo legal.
Algunas coaliciones internacionales, como la AMARC, han reforzado el desarrollo de la radio comunitaria y participativa, entre otras acciones de solidaridad y cooperación internacional. Radios comunitarias que forman parte de la AMARC apoyaron la iniciativa de reforma de la legislación de radiodifusión argentina.
Otros países de Latinoamérica como Uruguay, Chile y México tienen estrictas regulaciones y legislaciones que obstaculizan el desarrollo de los medios comunitarios. El apoyo a los medios comunitarios ha estado presente en reuniones internacionales de integración regional como el Foro Social Mundial.
Luego de una mayor concentración de los medios en corporaciones privadas, los ciudadanos miran a los medios como un derecho básico. Al crear televisión y radios comunitarias la ciudadanía pretende difundir las historias de los sin-representación del continente.
Las estaciones de televisión operadas por ciudadanos fortalecen a la sociedad civil mediante la coordinación de esfuerzos, el compartir conocimiento y el mejoramiento del autoestima de las personas que participan en ella. Muchas estaciones de televisión piratas están haciendo justamente eso—construyendo un espacio para la interacción y exhibición motivando a las organizaciones y movimientos sociales a contar sus propias historias en video. Hasta que las leyes que restringen la televisión comunitaria sean reformadas, los activistas tendrán que continuar trabajando independientemente para reclamar su derecho al acceso a la televisión.