Radios Comunitarias en México

A través de la historia mexicana, un rico mosaico de culturas indígenas ha sido la base para la sobrevivencia y la resistencia. Para muchas comunidades indígenas contemporáneas, el aislamiento geográfico, así como la marginación económica y social, han erosionado su lengua y su cultura, marcando así el final de una larga secuencia de acontecimientos que han hecho de las poblaciones indígenas de México de las más pobres y excluidas en el mundo.

Al darle "voz" a los "sin voz"—en su propia lengua—los programas de radio comunitaria pueden permitir el desarrollo y revitalización cultural dentro de las comunidades indígenas.

Regiòn Montañosa de Ixtlan, Oaxaca. Foto: Sara McElmurry.

"El señor Pedro Pérez se fue a trabajar a los huertos de Florida. Llegando a este lugar, lo primero que hizo fue conseguir un trabajo. Luego de encontrar un trabajo, compró una tarjeta telefónica, y ya que no había teléfono en su lugar de origen, llamó a "La Voz de la Mixteca" (estación de radio) porque tuvo la precaución de conseguir nuestro teléfono antes de irse. Nos llamó y nos dijo: ‘Soy Pedro Pérez, soy de San Juan Mixtepec y quiero decirle a mi esposa y a mis hijos que ya llegué a Florida y que ya tengo trabajo. También les quiero decir que los llamaré cada semana para que esperen en la estación.’ Lo que hicimos fue poner la noticia al aire, porque no es solo su familia quien la escucha, sino que la mayoría de la comunidad es quien lo hace."

"Pedro Pérez" es un migrante hipotético con una de las tantas historias de experiencias reales de cientos de hombres de la región, donde la emigración ha sido la norma más recurrente. Pedro fue creado por Daniel Cardona, director de la "Voz de la Mixteca" que se transmite por XETLA—AM, desde Tlaxiaco en Oaxaca, con el fin de ilustrar el poder y el potencial de la radio en las comunidades indígenas. La radio no solo describe el día con día de una comunidad oaxaqueña, sino que sirve como medio de comunicación local, nacional e internacional para los miembros de estas, regularmente aisladas, comunidades. Desde una perspectiva cultural, la radio actúa como un organismo funcional de organización y construcción de la comunidad capaz de mantener y revitalizar las tradiciones indígenas y las lenguas en las comunidades.

I. El Reto: Cerrar las brechas

El estado mexicano de Oaxaca, hogar de más de 15 distintos grupos indígenas, sirve como un modelo útil para analizar el potencial y los retos a los que se enfrenta la radio en comunidades indígenas. La riqueza cultural del estado—un estimado del 50% de la población del estado habla una lengua indígena—se traduce en la carencia de recursos económicos: El índice de Desarrollo Humano de la ONU clasifica a Oaxaca en la posición 30 de los 31 estados mexicanos en términos de marginación.

Comunidades Aisladas

El accidentado relieve oaxaqueño es una espada de doble filo cuando se considera su funcionalidad para sus comunidades indígenas. Por un lado, la diversidad étnica del estado puede ser atribuida, en parte, a su orografía: Los múltiples grupos indígenas de la región han desarrollado su propia cultura y costumbres en el relativo aislamiento de sus comunidades y han utilizado el relieve como una forma de escudo de resistencia a la influencia homogeneizadora que desde la Conquista hasta las políticas gubernamentales actuales de asimilación los amenazan. Es aquí donde estos grupos han sido capaces de mantener y desarrollar sus propias tradiciones, lenguas, y culturas. Muchos indígenas oaxaqueños aún continúan habitando estos lugares de difícil acceso, permitiendo así la perduración de sus tradiciones desde el periodo colonial hasta la fecha.

Por otro lado, el relieve ha contribuido a la marginación de la región y como consecuencia su explotación. Muchas comunidades indígenas oaxaqueñas no solo se encuentran aisladas entre sí, sino que además se encuentran aisladas del resto de la sociedad mexicana. Mientras las lenguas indígenas de Oaxaca—como el Mixteco, Zapoteco y el Triqui—disfrutan de una base auditiva aparentemente sólida, el dialecto usado en una comunidad puede no entenderse con el dialecto de otra comunidad, por tanto, los obstáculos en la comunicación entre distintas comunidades son visibles a partir de la fragmentación de las mismas lenguas. Además de la carencia de servicios básicos como la electricidad, el agua, o el drenaje, muchas comunidades no tienen acceso al correo postal o al teléfono, resultando en la marginación informativa y de las relaciones con el resto del país.

Logros y Desafíos para la Radio Comunitaria

Los locutores de XETLA presentan noticias
e información a los radio escuchas en
su idioma materno. Foto: Daniel Cardona.

Los medios de comunicación masiva, particularmente la radio, han probado su efectividad al desafiar el aislamiento geográfico, promoviendo el intercambio informativo, en cuanto a la preservación cultural y al desarrollo comunitario se refiere. La radio es una tecnología relativamente accesible y su señal puede alcanzar las comunidades más apartadas. Es ahí donde los medios de comunicación masiva son controlados por grandes consorcios aliados cercanos a la elite dirigente, donde la radio comunitaria tiene un papel alternativo de difusión de la información suprimida y de los esfuerzos coordinados. Estaciones de radio independientes, muchas de ellas tomadas durante el levantamiento, tuvieron un papel crucial durante las protestas en Oaxaca de 2006.

La radio es el complemento a la tradición oral de distintas lenguas indígenas, así como de la participación activa dentro de las comunidades.

Donde los índices de analfabetismo son altos, la radio sirve como una importante herramienta de comunicación y de construcción dentro de la comunidad. Desde una perspectiva lingüística, la transmisión a través de una lengua indígena mantiene el dinamismo de la misma ya que tiende a crecer y adaptarse al comunicar conceptos modernos y acontecimientos actuales.

A pesar de que frecuencias de radio comerciales alcanzan muchas comunidades indígenas, la programación en español no va acorde a las características culturales y lingüísticas del auditorio indígena. Las radios comunitarias, especialmente aquellas que transmiten en lenguas indígenas son operadas por los mismos indígenas, sirviendo así como un medio de comunicación efectivo para las distintas comunidades.

Las radios comunitarias indígenas pueden resolver muchos de los desafíos de comunicación que enfrentan las comunidades indígenas, sin embargo muchas de estas radios enfrentan otros serios desafíos. El emplear, capacitar, la obtención de permisos, de recursos y los obstáculos geográficos son sólo algunos de los desafíos a los que se enfrentan. Antes de abordar estas cuestiones existe el problema de la definición de "radio comunitaria".

Desafíos para la Radio Comunitaria

  • El concepto de "radio comunitaria" es difícil de definir, resultado de una carencia de vinculación y coordinación entre las estaciones de radio.
  • Las licitaciones de operación son otorgadas erráticamente por el gobierno mexicano, y normalmente favorecen a los grandes conglomerados de la comunicación ("Ley Televisa"), significando que muchas radios comunitarias deben operar clandestinamente y con el constante temor a ser silenciadas.
  • Radios operadas por el gobierno generalmente no son consideradas "creíbles" por los escuchas.
  • Muchos operadores de las radios financiadas por el gobierno no son indígenas, motivo de críticas de racismo y de influencia externa entre el personal.
  • El personal de las radios comunitarias "de base" son generalmente muy jóvenes y sin preparación formal, dando como resultado un menor respeto entre las comunidades.
  • Los espacios de noticias en las radios comunitarias, particularmente en aquellas financiadas por el Estado, son producidas nacionalmente y frecuentemente carecen de relevancia a nivel local.
  • Las radios enfrentan un gran desafío de financiamiento; mientras algunas radios de base son capaces de vender espacios de publicidad, generalmente no generan una ganancia.
  • Las radios en sí son de difícil acceso para los pobladores, dadas las pobres condiciones de los caminos y la carencia de transporte público en comunidades indígenas.

A través de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), el gobierno mexicano financia más de 20 estaciones de radio que transmiten en 31 distintas lenguas indígenas. Estaciones como XETLA—AM, que transmite en español, Mixteco, y Triqui, se han convertido en parte integral de las comunidades donde transmite. Cardona explica, "los medios masivos de comunicación son completamente verticales –todos los medios son verticales—pero nuestra estación está tratando de aminorar esa verticalidad mediante la participación comunitaria."

Éstas estaciones financiados por el gobierno son un acercamiento al desarrollo de la radio dentro de las comunidades. El otro acercamiento sería el creciente número de redes de radios comunitarias de base. Éstas últimas son usualmente operadas por miembros de la comunidad, la mayoría indígenas, y comúnmente operan sin permisos correspondientes del Estado.

Las estaciones de radio de base son cautelosas respecto a su independencia y muestran una aguda crítica a las estaciones gubernamentales al decir que las estaciones financiadas por la CDI son el medio por el cual el gobierno mexicano dicta su agenda a las comunidades indígenas. Estas estaciones de la CDI, de acuerdo a integrantes de radios comunitarias de base, están perdiendo su relevancia e influencia por el escepticismo hacia ellas en las comunidades locales.

"La realidad es que los directores obedecen las pautas de la CDI [gobierno], significando que estas estaciones no son realmente radios comunitarias," dice Eugenio Bermejillo, coordinador de Boca de Polen, una organización dedicada a la construcción de redes y apoyo entre radios comunitarias. Eugenio menciona que estas radios financiadas por el gobierno han perdido influencia en los radioescuchas como resultado de su dependencia de contenido gubernamental. "Ya no tienen la influencia que tenían en los 80’s y 90’s," apunta.

Contratación de Personal: Aunque el website de la CDI señale que el 75% del personal de sus estaciones de radio son indígenas, Bermejillo señala que la gerencia de las estaciones están controladas por "castellanos" (persona de ascendencia española o mestiza): "La raza no es lo importante, pero es un indicador," apunta. Cardona acepta la carencia de indígenas en la gerencia y representación en ciertos niveles, pero señala que se trata de una cuestión de preparación: "Si hay una posición vacante, y un indígena quiere ocuparla, perfecto. Pero esa persona debe tener la preparación adecuada. Si dejas la estación en manos de un indígena no calificado sería una irresponsabilidad de parte de la [CDI]." Por otra parte, el personal que labora en radios comunitarias de base son en su mayoría indígenas, a menudo sin preparación, y subempleadas.

El personal de las radios comunitarias de base es a menudo muy joven. Bermejillo estima que el 90% de las personas que laboran en éstas radios son menores de 30 años. Esto plantea un reto específico dentro de las comunidades donde la edad es valorada y respetada. Frecuentemente las mujeres que trabajan en las radios son tomadas a menos debido a los prejuicios de género asentados. Cuando las jóvenes radio periodistas Triqui, Teresa Bautista Flores y Felícitas Martínez, integrantes de "La Voz que Rompe el Silencio", fueron asesinadas en Putla de Guerrero, Oaxaca en 2008, el juez declaro que el caso no representaba una afrenta contra la libertad de expresión, argumentando que las mujeres no eran periodistas realmente sino amas de casa.

Las limitaciones del personal afectan negativamente los servicios de las radios ya que ambos tipos, las financiadas por el gobierno y las independientes, trabajan en amplias zonas de difícil acceso. La cobertura de noticias es particularmente un reto en estas condiciones. La señal de XETLA, por ejemplo, se extiende por los estados de Oaxaca, Guerrero y Puebla, sin embargo, la cobertura a las noticias de todas las comunidades es una seria dificultad para los 13 empleados de la estación. La estación ofrece solamente una hora de programación de noticias por día.

Así como otras estaciones financiadas por la CDI, XETLA, depende fuertemente de la información generada por otros medios, la cual tiene poca injerencia y relevancia en comunidades indígenas apartadas. De igual forma se apoya en periódicos que reciclan la información de perspectivas y fuentes no—indígenas. La voz de los pueblos indígenas se ve raramente reflejada en noticieros radiofónicos, esto debido a la carencia de recursos de producción original de material así como a la tendencia de medios masivos hegemónicos de ignorar y excluir los temas relevantes para las comunidades indígenas.

Licitaciones: Mientras que el gobierno mexicano se encarga de las estaciones de radio de la CDI, las radios comunitarias de base se ven obstaculizadas para obtener los permisos de transmisión correspondientes. Bermejillo estima que en la actualidad existen entre 150 y 200 radios comunitarias de base en México, de las cuales solo un 10% opera con permisos oficiales expedidos por el gobierno mexicano. Atribuye esta cuestión a la influencia que los monopolios y corporativos mantienen hacia las autoridades de gobierno y legisladores para controlar el mercado de los medios y el espectro radioeléctrico.

Tanto el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (aprobado en 1991) como los Acuerdos de San Andrés de 1996 contienen disposiciones para garantizar el acceso de los pueblos indígenas a los medios de comunicación, así como de promover la participación del gobierno en el establecimiento de medios masivos de comunicación en comunidades indígenas.

Las leyes que regulan el espectro radioeléctrico en México claramente benefician a las grandes corporaciones de medios de comunicación. En 2006 las modificaciones a la Ley Federal de Telecomunicaciones y a la Ley Federal de Radio y Televisión fueron tan descaradamente inclinadas a favorecer los intereses de los grandes conglomerados de comunicación que la opinión pública la denominó "Ley Televisa" en referencia a una de las dos empresas monopólicas de televisión en el país. Las modificaciones permiten esencialmente a los dos gigantes de comunicación, TV Azteca y Grupo Televisa, el control del espectro radiofónico y televisivo mexicano, dejando a las radios comunitarias muy poca esperanza para una licitación gubernamental.

Participacion comunitaria es una parteintegral de
la estacion radial XETLA. Foto: Daniel Cardona.

La versión original de la reforma de telecomunicaciones establecía que las licitaciones serían otorgadas a través de una subasta, que quería decir que quienes pudieran ofrecer más dinero ganarían los derechos. No tenían importancia las consideraciones sociales o culturales. Según Bermejillo, "La clave para la licitación de las radios comunitarias es que sean otorgadas por razones sociales en vez de las económicas; [sin embargo], la Ley Televisa enfatiza las razones económicas."

La licitación es un proceso complicado incluso sin la tendencia preferencial hacia las compañías comerciales. Algunos argumentan que la existencia de radios financiadas por la CDI cumple con las disposiciones de derechos y responsabilidades para las comunidades indígenas del gobierno mexicano frente a la ONU. Se argumenta que la licitación y promoción de radios comunitarias no son una prioridad si el gobierno ya está cumpliendo con las necesidades de comunicación. Representantes de radios comunitarias como Bermejillo argumentan lo contrario, manifestando que el rol preponderante del gobierno al programar el contenido de radios de la CDI denota la ineficiencia de una herramienta de comunicación que no está en manos de las comunidades.

Líderes de proyectos de radio indígenas independientes establecidas en comunidades Zapatistas en Chiapas argumentan la inutilidad de permisos gubernamentales, ya que el permiso otorgado por su gobierno autónomo es suficiente. Para otras radios comunitarias, como Radio Ñomndaa (La Palabra del Agua) de Xochistlahuaca, Guerrero, la afiliación con el gobierno es vista como una amenaza a la identidad e independencia. Luego de la experiencia de represión gubernamental, cuando la Secretaría de Comunicaciones y Transportes intentó a confiscar el equipo de transmisión en 2008, Radio Ñomndaa decidió dejar de buscar una licitación gubernamental. "Perderíamos la esencia de lo que una radio comunitaria en realidad es," manifestó la dirigencia de la radio.

Las estaciones de radio comunitaria sin permiso de transmisión del gobierno operan discretamente y con el constante temor a ser acalladas, significando que la señal es normalmente débil y errática. En enero de 2009, el gobierno mexicano cerró violentamente dos estaciones de radio, Radio Eiámpti y Radio Uékakua. El cierre de estas radios comunitarias no solo significa una censura comunicativa sino que muestra la selectiva ofensiva estratégica del gobierno mexicano para silenciar radios sin permisos de operación. Usualmente existe una razón política de fondo, que envuelve la motivación a suprimir cualquier intento de organización comunitaria en alguna región. Bermejillo comenta en cuánto a los cierres en Michoacán, "Las patrullas policiales pasaron a un lado de estaciones de radio comerciales que operan sin licencia, las verdaderas estaciones de radio "pirata"… El mensaje que nos envía es ‘Respetamos a las radios comerciales sin licencia, pero perseguiremos a las radios comunitarias sin licencia.’" Pobladores de la comunidad Purépecha de San Lorenzo, Michoacán temen que su estación local, Kuskua, corra la misma suerte que Eiámpti y Uékakua.

Financiamiento: Mientras que las estaciones de radio de la CDI reciben financiamiento del gobierno (un financiamiento modesto, según Cardona), otras radios comunitarias enfrentan serios problemas de financiamiento. El internet está plagado de requerimientos de apoyo y de donaciones de simpatizantes internacionales por parte de radios específicas. Algunas estaciones venden publicidad pero con estrictas limitaciones. Generalmente obtienen sólo lo necesario para cubrir gastos de operación básicos, y siguen considerándoseles organizaciones "no lucrativas". Internacionalmente las radios comunitarias tienen varias opciones de financiamiento. Bermejillo menciona el ejemplo de una organización intermediaria en Colombia que vende publicidad a nombre de radios comunitarias de base; sin embargo, este tipo de intermediación no existe en la actualidad en México. Muchas dependen del apoyo y solidaridad de fundaciones.

Localización: La ubicación remota de los pueblos, además de la carencia de transporte público y las malas condiciones de los caminos, hacen difícil el acceso a los pobladores de las comunidades a los que la radio beneficia. Esto es particularmente significativo si se considera la importancia mencionada del intercambio de noticias e información, así como del reconocimiento cercano de las actividades que la radio realiza.

A pesar de los distintos desafíos a los que se enfrenta, la radio comunitaria tiene fuerza y está presente dentro de las comunidades indígenas mexicanas. Es difícil conocer el número exacto de estas radios, ya que sin la licitación oficial se ven obligadas a operar esporádicamente y a una baja frecuencia. Sin embargo, de acuerdo a Bermejillo, "De todas las [radios] que conozco, hay más en espacios rurales, en espacios indígenas que en espacios urbanos, y de aquellas que operan en zonas rurales, las que transmiten en lengua indígena son las más importantes." Bermejillo estima que existen al menos 40 radios comunitarias de base operando en Oaxaca, de ellas al menos ocho que lo hacen en las comunidades mayoritariamente indígenas de la región mixteca.

II. Agenda Alternativa: Perfiles de Radios Comunitarias

Los perfiles de dos radios comunitarias—la financiada por la CDI "La Voz de la Mixteca," que transmite desde Tlaxiaco, Oaxaca, y la radio comunitaria de base, sin reconocimiento gubernamental, "La Voz de las Nubes", que transmite desde una casa particular en San Juan Mixtepec, Oaxaca—sirven como ejemplo ilustrativo de éxitos y desafíos de grupos ciudadanos que toman acción a través de la radio comunitaria.

"La Voz de la Mixteca"

XETLA—AM fue fundada en 1982, siendo la segunda de 20 estaciones de radio actualmente financiadas por el gobierno mexicano a través de la CDI. "La Voz de la Mixteca" transmite en Español, Mixteco y Triqui desde las 6 a.m. hasta las 6 p.m., los siete días de la semana. Mientras que la estación es dirigida por Cardona, un "castellano" de la Ciudad de México, el personal de XETLA (13 personas) incluye a cuatro mixtecos y tres Triqui.

La misión de XETLA de "revitalizar la identidad cultural de las comunidades indígenas" está cimentada alrededor de cuatro objetivos básicos: la misión de proveer comunicación, información, entretenimiento y educación para sus radioescuchas. Cardona menciona que el primero es el más importante: "Nuestro principal servicio es la comunicación." Con este fin, la estación proporciona tres horas diarias de noticias, o mensajes enviados entre miembros de familias, amigos, y de vecinos que anuncian desde nacimientos y celebraciones comunitarias hasta transacciones económicas. El segmento noticioso se transmite en español, mixteco y triqui.

Logros de la Radio Comunitaria

  • Facilita la comunicación cuando hay ausencia de teléfono y servicio postal en las comunidades indígenas.
  • Promueve la difusión cultural en las lenguas indígenas y música regional.
  • Proporciona una plataforma "abierta" para el periodismo y crítica gubernamental.
  • Estimula a la juventud en promover su cultura y lengua indígena.
  • Proporciona información de salud, financiera, ambiental y educativa en las comunidades.

El año pasado XETLA comenzó transmisiones por internet, permitiendo que trabajadores migrantes en Estados Unidos y Canadá puedan comunicarse con sus familias en Oaxaca, como se ejemplificó con la llamada de "Pedro Pérez". Por esta vía XETLA equilibra la carencia del teléfono y del servicio postal en las comunidades. "Si la esposa de Pedro Pérez no pudo escuchar la radio, sus vecinos, familiares, o amigos le dirán que su esposo trató de comunicarse con ella a través de la estación", Cardona explica.

Las deficiencias en cuanto a los servicios noticiosos de XETLA ya se han mencionado, pero Cardona explica que el limitado personal de la estación intenta reportar las noticias que se generan en las comunidades que la transmisión abarca. Noticias recopiladas por el personal pagado es complementado por espacios producidos por estudiantes, voluntarios, y organizaciones de asistencia social. Cardona menciona que el involucramiento del radioescucha hace un "servicio participativo de noticias." Explica que los escuchas pueden, ya sea llamar o visitar la estación "para compartir información, o incluso hasta quejarse de algún funcionario de gobierno" en su propia lengua.

XETLA promueve la cultura local al transmitir música regional, ya sea de grupos que van a tocar en vivo a la estación o grupos a los que el personal de XETLA graba en visitas a alguna comunidad. Durante los últimos seis años, XETLA produjo discos para 12 grupos musicales locales, dándole a cada uno de ellos 1000 discos para distribuir en sus comunidades, y transmitirlos al aire. "Se sienten orgullos al decir, ‘Tocaron mi disco al aire,’" Cardona refiere.

Organizaciones de asistencia social producen para la estación programas educativos en lenguas indígenas, abordando temas como la salud, preservación ambiental, y desarrollo de pequeñas empresas. Por ejemplo, un voluntario de XETLA, el abogado mixteco Tomás López Sarabia, transmite semanalmente un segmento en lengua indígena de derechos humanos.

De acuerdo con su personal, la variada programación de XETLA crece en función del compromiso con las comunidades a las que sirve. "La gente está participando… siempre estamos buscando nuevas formas [de promover] la participación comunitaria en la radio". Todos los servicios que la radio ofrece, desde noticias comunitarias hasta la producción de música regional, son gratis para el público, lo que es posible gracias al financiamiento del gobierno. La estación no acepta propaganda política o religiosa: "Siempre hemos sido respetuosos con el punto de vista político y religioso de nuestros radioescuchas." Estas políticas, Cardona explica, indican el esfuerzo de la estación para mantenerse redituable para el gobierno y la comunidad a la que sirve.

Los críticos mencionan las limitaciones de las transmisiones de XETLA. Los residentes de San Juan Mixtepec, una pequeña comunidad en el área de radiodifusión, se quejan de que la estación de la CDI transmite en Triqui, que tiene poco utilidad para los mixteco hablantes de la comunidad. Aunado a esto, el dialecto del mixteco en que transmiten desde XETLA no es compatible con el mixteco hablado en San Juan Mixtepec.

"La Voz de las Nubes"

La "competencia" de XETLA en la región mixteca incluye tres estaciones comerciales y numerosas radios comunitarias de base. Cardona elige cuidadosamente sus palabras al referirse a las radios comunitarias sin licencia de la zona. "No las quiero llamar ‘ilegales’, no las quiero llamar ‘piratas’. Prefiero decir que son ‘irregulares’ por las circunstancias de las comunicaciones en nuestro país".

La radio comunitaria de Oaxaca
provee un servicio muy necesario en las
regiones rurales. Foto: Daniel Cardona.

"La Voz de las Nubes" es una radio comunitaria de base fundada en 2008 en San Juan Mixtepec. La radio difiere en su misión en torno a XETLA. El personal de la radio—un grupo de estudiantes de 18 años que trabaja en la estación como parte de un programa de comunicación en su preparatoria local—explican que la estación busca "rescatar las tradiciones y costumbres de su comunidad".

El personal de "La Voz de las Nubes" consiste en 18 estudiantes que reciben apoyo y entrenamiento de una variedad de organizaciones sociales. La radio transmite diariamente en mixteco de las 6 a.m. a las 9 p.m. desde una casa particular. La programación incluye música regional e información acerca de métodos curativos naturales. Debido a que la radio se ubica alejada del resto del pueblo, los radioescuchas raramente utilizan el servicio gratuito de información de la radio. La estación gestiona publicidad de negocios locales, y busca con esto cubrir el único gasto considerable para la transmisión, la energía eléctrica.

El mayor obstáculo al que se enfrenta "La Voz de las Nubes", de acuerdo a sus integrantes, es que al ser principiantes aún no conocen los detalles de los planes y los programas. El joven personal menciona también aquellas ocasiones en las que el pánico escénico se convierte en un reto a superar. De acuerdo a un integrante, "es penoso" salir al aire por primera vez.

La estación transmite por una frecuencia de FM, pero sin licencia del gobierno. Los integrantes de la radio refieren el derecho que tienen de operar y transmitir gracias al Convenio 169 de la OIT, mencionado anteriormente. "Todos tenemos derecho a comunicar," dice Iván García, un integrante de Cactus, una Organización No Gubernamental de Huajuapan de León, Oaxaca que apoya "La Voz de las Nubes". Los integrantes de la radio explican que no han tenido problemas con el Estado mexicano debido a que la radio transmite un sentido estrictamente cultural.

Sin embargo, de acuerdo con Bermejillo, "La Voz de las Nubes" simplemente ha tenido suerte. Como observamos en los casos de Radio Eiámpti y Radio Uékakua, muchas radios comunitarias de base enfrentan la persecución del gobierno: "El gobierno no respeta la radio. Para ellos es una amenaza," Bermejillo apunta.

III. Vínculos Locales y Globales

La radio comunitaria generalmente tiene gran éxito entre las comunidades a las que sirve. En cualquier día, el área de recepción de "La Voz de la Mixteca" está llena de personas ansiosas de dar "al aire" anuncios o información. Las comunidades aspiran con entusiasmo ser los anfitriones de la estación durante la celebración anual de la radio. En "La Voz de las Nubes", los integrantes adolescentes trabajan día con día en la transmisión en su dialecto mixteco, manteniendo su lengua y cultura presente en las nuevas generaciones. Bandas musicales locales comparten con la comunidad su música a través de la radio.

Necesidades de la Radio Comunitaria

  • La necesidad de solidaridad de la Sociedad Civil Global para difundir su apoyo a los esfuerzos de las radios comunitarias, particularmente frente a la persecución del Estado mexicano.
  • Periodistas y técnicos capacitados de países "desarrollados" para ofrecer apoyo en la preparación de los programas de las radios comunitarias.
  • El apoyo financiero es necesario para el equipo, costos de operación, preparación del personal, y la producción de música regional.
  • Creación de redes locales e internacionales con otras radios comunitarias y simpatizantes.
  • Programas de preparación técnica en comunidades indígenas que permitan a los miembros ocupar posiciones de dirección en radios financiadas por el gobierno.

Sin embargo, la dificultad para incorporar nuevos integrantes, las limitaciones financieras, el conflicto para obtener una licitación, y la constante amenaza represiva del Estado bloquean los esfuerzos del desarrollo total de su proyecto. Esfuerzos externos de construcción de redes pueden ayudar a consolidar la efectividad de radios específicas. El trabajo conjunto entre las radios comunitarias serviría como medio de presión para la modificación de las normas para las licitaciones, logrando así la creación de un entorno de conciencia pública en cuanto al papel de la radio comunitaria.

La necesidad de unidad entre las radios comunitarias es especialmente crucial este año: Los organizadores esperan que la "Ley Televisa", que se presentó en las cortes mexicanas como una potencial violación a las leyes anti—monopólicas, pasará nuevamente por el Congreso a finales de 2009, luego de las elecciones intermedias mexicanas.

La presentación original de la Ley motivó una serie de protestas públicas contra el oligopolio mediático en el país, advirtiendo la toma de conciencia en materias de comunicación. El segundo periodo del debate legislativo puede ofrecer una oportunidad de definir y defender a la radio comunitaria.

Los esfuerzos por unificar las radios comunitarias han sido lentos y con escasos resultados. Proyectos como Boca de Polen han dado los primeros pasos en la creación de vínculos entre las radios comunitarias en México, creando redes de cooperación, y ofreciendo apoyo financiero y de preparación donde han hecho falta. Sin embargo, hasta la fecha Boca de Polen proporciona apoyos para solamente seis de las entre 150 a 200 radios comunitarias estimadas en el país. Las radios con las que Boca colabora incluyen: Radio Chanual Pom, Radio Tsotsil y Radio Tsúmbal Xitalhá en Chiapas.

Las radios comunitarias mexicanas han encontrado cierto apoyo y enseñanzas de redes internacionales. La Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) vincula programas de radio comunitaria en América Latina, el Caribe, África, Europa y Asia, y se ha convertido en un importante defensor de los derechos de comunicación de los indígenas y las comunidades. Sin embargo, el liderazgo de la AMARC fue cuestionado en México porque la actual vicepresidenta era funcionaria del INI (Instituto Nacional Indigenista, antecedente de la CDI). Cuando trabajaba por el INI, gestionó sin éxito ante la AMARC que las estaciones financiadas por el gobierno fueran consideradas radios "comunitarias" dentro de la organización. Otras redes internacionales, como la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER) que agrupa 120 estaciones de radio en 30 países de Latinoamérica, apenas ha comenzado a tener presencia en México.

A pesar de los obstáculos, es crucial que estas redes internacionales tiendan a crecer. La vinculación de países como Colombia, Venezuela y Bolivia, donde los proyectos de radio comunitaria son casi completamente licitados por sus respectivos gobiernos, puede ser útil para las cuestiones de licitación en México. Bermejillo igualmente menciona la colaboración con radios comunitarias en el País Vasco y Cataluña, en el Estado Español, donde los inconvenientes lingüísticos son similares a los que los grupos indígenas americanos se enfrentan.

Asociaciones con otros medios de comunicación masiva, especialmente la televisión y los diarios que fomentan prácticas de "periodismo abierto", pueden ser útiles para el ejercicio periodístico y para la compartición de los recursos de recopilación informativa. De igual forma, técnicos radiofónicos que trabajan en países "desarrollados" pueden asistir con entrenamiento y con equipo para las radios comunitarias mexicanas.

Quizá el apoyo público y activo de la sociedad civil global es necesario para asegurar que las radios comunitarias—y sus integrantes—sean respetados fuera de sus comunidades, en un nivel nacional e internacional. No son "amas de casa" apretando botones en una consola. En lugar de eso, deben ser reconocidas por la labor crítica que ejercen en sus comunidades y protegidas del tipo de agresión silenciosa que se llevó las vidas de las comunicadoras Teresa Bautista Flores y Felícitas Martínez. Los trabajadores de las radios comunitarias son "la voz de los sin voz", ofreciendo un vital vínculo entre su comunidad y el resto del mundo.

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