Esta Semana en las Américas:
Los frutos de la Florida
Por Laura Carlsen
La victoria de Barack Obama en el estado de Florida fue la cereza del pastel. Con el anuncio de su victoria en Ohio el senador afro-americano ya había asegurado su llegada a la Casa Blanca. Con el cierre de las urnas en los estados del Pacífico, los medios lo proclamaron el cuadragésimo cuarto presidente de los Estados Unidos y las multitudes que habían votado, trabajado y ansiado la victoria comenzaban los festejos.
Este año Florida ejemplificó la combinación de movilización de base, y cambios demográficos, socioeconómicos y políticos que hicieron posible la elección del "candidato del cambio" y el primer presidente afro-americano en la historia de EEUU.
Laura Carlsen (lcarlsen(a)ciponline.org) es directora del Programa de las Américas (www.ircamericas.org) en Ciudad de México.
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http://www.ircamericas.org/esp/5682
Nuevo del Programa de las Américas:
América Latina manda felicitaciones y sugerencias a Obama
Por Laura Carlsen
Los expertos han dicho que la elección de Barack Obama como el próximo presidente de los Estados Unidos no cambiará la imagen del país en el extranjero de la noche a la mañana. Pero en América Latina, ya lo ha hecho.
Las felicitaciones han llovido de parte de líderes del hemisferio occidental, de la prensa, y de los ciudadanos. La mayoría celebran como Estados Unidos ha "roto las barreras raciales" al elegir al primer presidente afroamericano. En países que sufren problemas de diversidad y discriminación, la elección fue una gran noticia—y una noticia que no esperaban ver venir del inercial sistema político estadounidense. Las poblaciones afroamericanas de Brasil y otros lugares recibieron la ocasión con aun más entusiasmo.
Pero para los latinoamericanos, la fascinación por las elecciones estadounidenses va más allá de la raza. Luego de observar a distancia como los americanos escogían a George W. Bush en medio de acusaciones de fraude que fueron enterradas por las cortes, y luego ver el mismo episodio repetido en 2004, cualquier idea de que el sistema electoral estadounidense pudiera generar un cambio real recibiría una respuesta cuando menos escéptica. Para muchos, la elección de Obama demostró una capacidad de cambiar el rumbo y un nivel de participación ciudadana impensado.
Laura Carlsen (lcarlsen(a)ciponline.org) es directora del Programa de las Américas (www.ircamericas.org) en la Ciudad de México, donde ha trabajado como analista y escritora por más de dos décadas.
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http://www.ircamericas.org/esp/5680
El pragmatismo político de Rahm Emanuel y la Reforma Migratoria
Por Tom Barry
La designación de Rahm Emanuel como futuro jefe de gabinete de Barack Obama demuestra que es el pragmatismo político, y no las promesas de campaña al electorado latino, aquello que determinará la política migratoria de la nueva administración. No porque el congresista Emanuel sea un adversario de la inmigración, pero sí porque el futuro jefe de gabinete parece haber decidido que una reforma migratoria de amplio alcance no es una propuesta política conveniente para el Partido Demócrata.
En ausencia de una fuerte iniciativa de parte del equipo de Obama para detener las persecuciones y para reafirmar su proclamada determinación de "sacar a la gente del ocultamiento", es posible que una política exclusivamente represiva continúe su sucia labor durante algún tiempo. Lo cierto es que el camino será largo para el campo pro-inmigración y para los grupos de defensa de los inmigrantes. La cuesta hacia la reforma migratoria promete ser verdaderamente empinada.
Tom Barry dirige el TransBorder Project (http://sites.google.com/site/transborderproject/) del Programa de las Américas (www.ircamericas.org) en el Center for International Policy. Su blog es http://borderlinesblog.blogspot.com/.
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Colombia: El conflicto social desplaza la guerra
Por Raúl Zibechi
El conflicto social pasó a ocupar el centro del escenario político, descolocando al presidente Alvaro Uribe que se limita a repetir el libreto que tanto éxito le dio en la guerra: los indios, los cañeros, los maestros, los funcionarios y los camioneros, y todo el que protesta y se moviliza, está manipulado por las FARC.
Algo está cambiando en Colombia. Este año 2008 el gobierno ha conseguido golpear fuerte a la guerrilla, pero la iniciativa política ya no está en el Palacio de Nariño sino en la calle, donde se están rediseñando los modos de hacer política en actividades multitudinarias que no pueden ser acusadas de terrorismo, como quisieran el presidente y sus ministros más cercanos. La tentación de criminalizar la protesta social puede convertirse en un duro fracaso para Uribe ya que la población comienza a perder el miedo y hasta el movimiento sindical asoma la cabeza. En paralelo, comienzan a aparecer fuertes denuncias sobre la violación de los derechos humanos. Uribe se vio forzado a pasar a retiro a 27 militares en medio de un escándalo que le costó el cargo el comandante del ejército, general Mario Montoya. Se comprobó que los militares secuestraban jóvenes pobres de las periferias urbanas que aparecían como “guerrilleros” muertos en las montañas.
Raúl Zibechi es analista internacional del semanario Brecha de Montevideo, docente e investigador sobre movimientos sociales en la Multiversidad Franciscana de América Latina, y asesor a varios grupos sociales. Es colaborador mensual con el Programa de las Américas (www.ircamericas.org).
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El nuevo orden boliviano
Por Diego González
El lunes 20 de octubre La Paz amaneció expectante. La incertidumbre ahogaba, mientras en el congreso la oposición política postergaba hasta lo insoportable la aprobación de la convocatoria a referéndum para la Nueva Constitución Política del Estado. El tiempo corría veloz y desde los suburbios los movimientos sociales advertían. Ya de madrugada, el presidente de la Conalcam (Coordinadora Nacional por el Cambio), Fidel Surco, había bajado a la céntrica plaza Murillo para informar del ultimátum: los parlamentarios tendrían plazo sólo hasta el medio día. De no ser así, sitiarían al congreso hasta que resolvieran sus diferencias. Mientras, lentos, constantes, los más de 10 kilómetros de marchistas avanzaban a paso firme rumbo a la sede del poder en Bolivia con un objetivo inclaudicable.
En Bolivia ha nacido un nuevo orden, con una nueva hegemonía no sólo consolidada, sino consensuada. Probablemente no tenga la radicalidad que amplios sectores quisieran. Pero la iniciativa, ahora sí, quedó definitivamente en el Palacio Quemado.
Diego González es periodista independiente en Buenos Aires y analista para el Programa de las Américas www.ircamericas.org.
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