Los acometedores esfuerzos que ha venido realizando Wal-Mart para coartar la sindicalización
de sus empleados se encuentra bajo fuego a lo largo del hemisferio. Los trabajadores denuncian cómo
la cadena de tiendas viola sistemáticamente las leyes internacionales del trabajo que protegen
el derecho del trabajador a la libre asociación y a la organización sindical. Aun siendo
la empresa privada que más empleos da, Wal-Mart ha sentado un precedente de pésimas
condiciones laborales para sus empleados, tanto en Estados Unidos como en otros países.
Debido a la mala legislación laboral que existe en los Estados Unidos, las peores violaciones
de derechos laborales en las que incurre Wal-Mart se suscitan en los Estados Unidos, donde Sam Walton,
fundador de Wal-Mart, abrió la primera tienda en 1967. El patrimonio de la mega cadena de tiendas
se construyó a lo largo de décadas de proporcionar los precios más bajos a sus
clientes, a costillas de sus trabajadores, quienes deben hacer frente a agresivas tácticas antisindicales,
salarios bajos, ausencia de prestaciones, estricta vigilancia y condiciones laborales degradantes.
En algunos casos, incluso se les obliga a trabajar sin salario y sin horario fijo.
El extenso informe realizado por Human Rights Watch titulado Descuento en derechos laborales: Wal-Mart
viola el derecho de libre asociación de los trabajadores en Estados Unidos describe detalladamente
la manera como los enérgicos esfuerzos para mantener alejados a los sindicatos han violado
leyes federales e infringido derechos laborales. El informe descubrió que tanto sindicatos
como trabajadores han abierto 292 casos en contra de Wal-Mart por violación de derechos laborales
en Estados Unidos.
Las ventas de la mega cadena ya alcanzaron cifras récord desde que abrió sucursales
en el extranjero. Los $315,650 millones de dólares que dicha empresa obtuvo por concepto de
ingresos totales para el año fiscal que concluyó el 31 de enero del 2006, colocarían
a Wal-Mart en la posición número veintiuno en la lista de los ingresos en términos
de países del mundo. Wal-Mart opera aproximadamente 2,700 tiendas a nivel internacional en países
como Puerto Rico, México, Canadá, Brasil, China, Argentina, Japón y Gran Bretaña.
Actualmente Wal-Mart emplea aproximadamente 1.8 millones de personas, que llaman "asociados" en
todo el mundo, de los cuales 1.3 millones trabajan en los Estados Unidos. Los trabajadores de países
como Argentina, Brasil y México han logrado hacerse de una mínima representación
sindical debido a las estrictas leyes laborales que ahí se practican, pero para lograrlo, debieron
enfrentar la fuerte oposición de la gerencia local de Wal-Mart.
El caso en Argentina
Wal-Mart está ya bajo la lupa de los legisladores argentinos por las prácticas antisindicales
que sus tiendas llevan a cabo a lo largo y ancho de esta nación sudamericana. A principios de
año, el Congreso de la Nación Argentina llevó a cabo una investigación
acerca de las prácticas laborales de Wal-Mart en las 15 tiendas que la cadena opera en Argentina.
Como parte del seguimiento que se le dio a las denuncias por despido de líderes sindicales y
por condiciones laborales de abuso, se citó a Wal-Mart a comparecer ante un comité investigador
del congreso en julio de 2007.
En mayo del presente año Gustavo Córdoba, un activista laboral en una tienda Wal-Mart
en Buenos Aires, perdió su trabajo debido a sus actividades sindicales. Aun así, rindió testimonio
ante el comité investigador respecto de las prácticas antisindicales de la empresa: "Todos
valoramos nuestros trabajos, pero también queremos que quede claro que Wal-Mart viola los derechos
de sus trabajadores. Exigimos que ya no haya más violaciones a esos derechos y que los despidos
por actividades sindicales cesen. Wal-Mart violó la constitución argentina a puerta cerrada,
y emplea prácticas corporativas que atentan contra los trabajadores".
Algunos representantes del Frente para la Victoria (partido al que pertenece Néstor Kirchner)
han manifestado su oposición a las agresivas tácticas antisindicales de Wal-Mart. En
comparecencia ante el comité investigador, el congresista nacional Santiago Ferrigno expresó su "preocupación
por las condiciones laborales y la persecución que sufren los activistas anti-Wal-Mart en Argentina." También
manifestó su preocupación por el hecho de que Wal-Mart contrata ex militares que sirvieron
bajo la sangrienta junta militar que gobernó Argentina entre 1976 y 1983, para que ocupen cargos
administrativos y de seguridad en la compañía.
Durante la sesión de congreso ocurrida en julio de 2007, el representante de Wal-Mart Gaston
Wainstein informó que la compañía permite que sus empleados se sindicalicen mientras
dan a sus clientes precios bajos. "Las tiendas Wal-Mart tienen personal afiliado. En segundo lugar,
la compañía cuenta con 31 líderes sindicales actualmente. En tercer lugar, y lejos
de no haber sindicatos, actualmente dos sindicatos operan en nuestra compañía: el de
vendedores y el de transportistas." Los representantes de Wal-Mart enfatizaron el hecho de que
las 15 tiendas que operan proporcionan a sus clientes "los precios más bajos" que
les es posible.
Actualmente Wal-Mart emplea 5,800 trabajadores en toda Argentina. De acuerdo a las leyes laborales
de dicho país, la cadena de tiendas cuenta con menos de la mitad de los líderes sindicales
necesarios para representar al total de sus empleados. Martín Falcón, un líder
sindical de la tienda de Avellaneda, expresó que las denuncias de parte de trabajadores respecto
de despidos injustificados, pero la empresa continua minando sus esfuerzos sindicalistas. "Después
de las denuncias que hemos hecho, Wal-Mart de Avellaneda tiene miedo de despedir empleados. Aun así,
la empresa continua teniendo juntas con sus empleados en las que les dice que son ‘asociados’ y que
Wal-Mart es el mejor lugar del mundo donde podrían trabajar. Wal-Mart es conocido por perseguir
a sus trabajadores porque Wal-Mart no quiere que sus trabajadores se organicen."
Los trabajadores manifiestan que Wal-Mart utiliza tácticas humillantes en las tiendas, y que
en algunos casos hasta prohíbe que sus empleados vayan al baño. A una cajera de 19 años
de edad su supervisor la hizo esperar 30 minutos para poder ir al baño después de haber
pedido permiso, y a pesar de que estaba menstruando. Cuando su supervisor vio que había manchado
sus pantalones, la acompañó al baño y le compró pantalones nuevos y ropa
interior para que pudiera terminar su turno.
En octubre de 2007, trabajadores y activistas laborales protestaron afuera de una tienda Wal-Mart
en un intento de crear conciencia acerca de las condiciones laborales a las que la cadena de tiendas
sujeta a sus trabajadores en Argentina. Durante una obra teatral, unos actores escenificaron las humillaciones
a las que se enfrentan los empleados de Wal-Mart. En una escena en particular, un actor explicó que
un "comprador oculto (mystery shopper)" es un supervisor disfrazado de cliente para espiar
a los empleados de Wal-Mart. La compañía teatral también parodió el sistema
de botones de la mega tienda, describiéndola como una manera de premiar a los trabajadores por
aguantarse las ganas de ir al baño y trabajar tiempo extra sin el pago correspondiente.
La tienda prohíbe que sus trabajadores se refieran a sí mismos como empleados, e insiste
en el uso del término "asociados." Se les obliga a cantar el himno Wal-Mart en el
trabajo, ya hasta borlas deben usar.
Pasados oscuros en la seguridad privada
Además de las denuncias relacionadas a prácticas antisindicales, Wal-Mart se encuentra
bajo el escrutinio del público por contratar a quien fungió como jefe de seguridad durante
la dictadura de 1976 a 1983. Alfredo Oscar Saint Jean trabajó para la sangrienta junta militar
en ciudades en las que la dictadura operaba centros de detención clandestinos. Afuera de una
tienda Wal-Mart, representantes de derechos humanos participaron en lo que en Argentina llaman un escrache o
denuncia pública, exigiendo se termine con la impunidad de la que gozan algunos oficiales militares
que participaren en la desaparición sistemática de 30,000 personas durante la guerra
sucia.
Un representante de Wal-Mart Argentina defiende la decisión de la corporación de contratar
personal militar de la dictadura. "El sistema judicial no ha expedido una notificación
oficial de que Saint Jean esté vinculado con algún crimen." En Argentina los oficiales
militares de la dictadura han vivido en larga impunidad; hasta ahora un total de 256 miembros tanto
del personal militar como del gobierno militar enfrentan cargos por crímenes contra los derechos
humanos, y actualmente esperan juicio.
Sin embargo, el número de acusados no llega ni a un ex militar por cada uno de los 375 centros
clandestinos de detención que operaban en todo el país, y en donde se torturó y
desapareció a 30,000 personas. Aparte de las bajas cifras de acusados, los representantes de
derechos humanos informan que los juicios avanzan lentamente, si es que lo hacen. El padre de Saint
Jean Jr. fungió como general y posteriormente como dictador por cinco días en el año
de 1982, y quien ahora enfrenta 33 cargos criminales por crímenes contra los derechos humanos.
Actualmente Saint Jean dirige el departamento de seguridad de las tiendas. Aunque ninguna corte lo
ha acusado oficialmente por violación de derechos humanos, estuvo en Tucumán durante
el Operativo Independencia. A principios de in 1974, un año antes del golpe de estado, los Peronistas
iniciaron el Operativo Independencia para frenar las actividades militares en la Provincia de Tucumán.
Este lugar se convirtió en el primer campo de pruebas de tácticas de tortura. El blanco
del operativo presuntamente era la guerrilla de izquierda que operaba en la sierra en Tucumán.
El ejército secuestró y torturó a trabajadores de los campos azucareros de la
región; aterrorizó comunidades enteras para asegurarse de que ningún trabajador
se quejara de las esclavizantes condiciones laborales a las que se les sometía en los campos
y en los molinos de caña.
Falcón, empleado de Wal-Mart, junto con organizaciones por derechos humanos han hecho un llamado
al inmediato despido de Saint Jean. "Cuando Wal-Mart me contrató, me preguntaron a qué se
dedicaban mi padre y mi madre. Investigaron mi historial penal. Es por eso que no entiendo como alguien
con un cargo tan importante como jefe de seguridad pudo haber sido contratado por Wal-Mart con esas
referencias," expresó Falcón.
Posteriormente Saint Jean trabajó en la ciudad porteña de Bahía Blanca en la
Provincia de Buenos Aires, y posteriormente en Tandil y Azul, donde la dictadura operaba centros clandestinos
de detención. Varios de los compañeros de trabajo de Saint Jean en Wal-Mart son ex militares
de la dictadura de 1976-1983, incluyendo Miguel Cavazza, Alejandro Patzold, Cristian Thomanssen, Roberto
Masilo, Patricio O’Brien, Martín Mundo, Juan Muiño, Roberto Salmon y Raúl Salazar.
Sindicatos, entren bajo su propio riesgo
En línea con las tiendas Wal-Mart en los Estados Unidos, la cadena de tiendas en Argentina
ya tomó las medidas necesarias para limitar la organización sindical en sus tiendas.
Las tácticas pormenorizadas en el informe proporcionado por Human Rights Watch se parecen mucho
a las condiciones laborales descritas por los trabajadores argentinos de Wal-Mart, aunque en Argentina
las condiciones sindicales son ligeramente mejores que en los Estados Unidos.
De aquellos trabajadores del Wal-Mart Avellaneda que se han organizado, unos ya no tienen trabajo
y otros hasta tienen que lidiar con amenazas violentas. El sindicato de vendedores que representa a
los trabajadores de Wal-Mart y que está afiliado a la Confederación General del Trabajo
(CGT), ha apoyado la resistencia que la empresa ejerce a la sindicalización de sus trabajadores.
Cuando se eligió a Falcón y a Córdoba como delegados sindicales independientes
del sindicato de vendedores de la CGT, Wal-Mart corrió a Córdoba en dos ocasiones. Ambos
delegados han recibido llamadas telefónicas anónimas amenazando con agredirlos físicamente
si no cesan sus actividades sindicales.
Una sola tienda en Buenos Aries tiene ventas por más de $3.3 millones de dólares mensuales,
mientras un solo empleado gana $300 dólares al mes. Con la creciente inflación, los salarios
otorgados por Wal-Mart’s están por debajo de los niveles de pobreza, en donde una familia necesita
ganar un mínimo de $600 dólares mensuales para cubrir sus necesidades básicas.
En todo el mundo Wal-Mart ha sido acusado de pagar salarios bajos a sus empleados y de ejercer prácticas
laborales injustas. La situación para los empleados de la cadena de tiendas en Brasil es similar
a la de los trabajadores n Argentina. En México, Wal-Mart ha enfrentado cargos por prácticas
laborales ilegales. La revista Newsweek, en un artículo publicado en el 2006, informa
que Wal-Mart ha estado utilizando a 19,000 adolescentes entre 14 y 16 años de edad para empacar
las compras en las tiendas en México sin un salario. A dichos adolescentes se les niega el salario,
así que tienen que confiar enteramente en la generosidad de la clientela para obtener las propinas
que recompensan su labor. Wal-Mart los describe oficialmente como "voluntarios".
El éxito de Wal-Mart se debe a una motivación clave: deshacerse de la competencia. Las
tiendas Wal-Mart ofrecen precios increíblemente bajos, lo que algunos llaman precios depredadores,
hasta provocar la bancarrota a la mayoría de la competencia potencial por no poder igualar el
poder adquisitivo de la mega tienda. Posteriormente, y ya que a Wal-Mart casi no le quedan competidores,
puede subir sus precios a su gusto para que su clientela, acostumbrada a adquirir desde comida, hasta
ropa, electrodomésticos y hasta gasolina, compre todo en un mismo lugar. A nivel mundial, observamos
que los trabajadores enfrentan un porvenir miserable, con los gigantes minoristas y fabricantes utilizando
a la competencia para bajar los salarios y costos laborales.
El gigante minorista también ha utilizado este método con su fuerza de trabajo, al contratar
a gente joven con poca experiencia sindical e historiales laborales mediocres que apoyan el alto ritmo
de trabajo y producción impuesto por la empresa. Con tanta gente joven ansiosa de encontrar
trabajo, Wal-Mart tienen asegurado un interminable ejército de "asociados". Como Ford
en la década de los veinte, Wal-Mart también ha creado un modelo de producción.
En las fábricas Ford, los trabajadores contaban con el beneficio de un trabajo estable y salarios
con los que podían vivir, aunque sufrían control social y explotación. Mientras
el modelo Ford estaba diseñado para que los empleados compraran el producto final, un vehiculo
Ford, la situación para los empleados de Wal-Mart es sombría. A muchos de los empleados
de Wal-Mart no les alcanza el dinero para comprar en las tiendas para las que trabajan, y además
deben soportar condiciones laborales precarias.
De acuerdo al activista sindical Falcón, Wal-Mart cuenta con una buena imagen a los ojos de
sus compradores, pero tienen una mala reputación respecto del trato que da a sus trabajadores.
Es posible que Wal-Mart ya tenga un enemigo digno materializado en los delegados sindicales que están
dispuestos a luchar por mejorar las condiciones laborales y sindicalizar a más trabajadores
de tiendas. Los trabajadores de las tiendas en Argentina también están luchando por lograr
representación sindical independiente, y, a pesar de la presión que soportan, están
avanzando hacia las deseadas mejoras.