Nunca antes en la historia de América Latina se ha visto una concentración de los medios de comunicación en las manos de tan pocos. En la Argentina, la concentración de los medios se remonta a la dictadura militar entre 1976 y 1983, cuando se censuró la mayor parte de la prensa y se implementaron leyes duras para evitar que se expresara oposición públicamente. La legislación de los medios de la época de la dictadura argentina sigue intacta hasta el día de hoy. A pesar de los desafíos legales, durante décadas pasadas han surgido grupos que producen medios alternativos e independientes para la televisión, la radio y el video, para oponerse a la información falsa de los medios de comunicación masiva.
Ágora TV es un colectivo de producción de televisión comunitaria que actualmente se transmite por la Internet. El proyecto alcanza a un público global de activistas y ciudadanos a nivel de base, cansados de los medios del status quo. El sitio ofrece producciones de video de todas partes de América Latina que tienen que ver con asuntos como conflictos laborales, movimientos sociales, luchas indígenas, y arte de video experimental. El Grupo Alavío, un colectivo de video con base en Buenos Aires, construyó el sitio web (www.agoratv.org) en el 2006 como una herramienta de organización y un espacio de medios alternativos para grupos que de otra forma no tendrían acceso a los canales de transmisión.
El activismo de video actual tiene raíces profundas en el cine y los movimientos artísticos de América Latina durante los años 60 y 70. Grupos en Argentina como Cine de la Base y Cine Liberación comenzaron un legado de cine político en el cono sur que narra las luchas de la clase obrera y de la liberación nacional. La televisión pirata, o la transmisión ilegal, tiene su origen en la dictadura cuando los grupos interceptaban señales de emisión, interrumpiendo la programación de televisión regular para televisar información sobre la resistencia clandestina a las desapariciones forzadas de activistas, trabajadores y estudiantes a manos del gobierno militar. Los grupos le hicieron frente a la persecución implacable y a la violencia—Raymundo Gleyzer, director de cine y fundador de Cine de la Base, fue desaparecido en 1976 por un grupo de comandos, mientras que muchos otros cineastas fueron forzados al exilio.
La dictadura usó las desapariciones no solamente para aterrar a la oposición sino también para garantizar las condiciones políticas necesarias para imponer el modelo económico neoliberal actual. La carencia de restricciones en cuanto a la propiedad de los medios y la muerte de las políticas públicas que promueven la diversidad de los medios han llevado al monopolio implícito de los medios que reina hoy día.
Un ínfimo puñado de conglomerados de los medios ahora controlan la mayor parte de los medios de la nación. Clarín, Telefónica y Telecom son los conglomerados más grandes y entre ellos administran canales de televisión, noticieros, cable, internet, teléfono y radio.
La ley de emisión de radio argentina (Ley de Radiodifusión 22.285) se remonta a 1980, cuando la dictadura militar todavía estaba en el poder. El dictador Jorge Rafael Videla sancionó la ley, la cual les garantizó ganancias a los propietarios privados de los medios grandes, prometió apoyo a la dictadura de los mercados de los medios, y silenció a los periodistas para que no hicieran reportajes sobre el genocidio sistemático ocurriendo en la nación. Los grupos de comandos mataron a más de 100 periodistas durante la dictadura militar.
Desde
el regreso
de la democracia a la Argentina en 1983, solamente se han efectuado reformas menores a la ley, pero siempre han sido para promover la propiedad privada y la concentración de los medios. Según la ley, solamente un grupo individual o comercial establecido en el país tiene el derecho de adquirir una licencia para emitir una señal de televisión o radio. Los grupos, cooperativas, o asociaciones comunitarias sin fines de lucro no tienen derecho a solicitar una licencia de emisión. Para las estaciones de radio y televisión comunitaria, esta ley es un remanente de los días del mando autoritario que literalmente ha bloqueado cualquier posibilidad de obtener permiso legal de emitir.
Los grupos corporativos se han beneficiado de esta ley y han homogeneizado mucha de la cobertura por parte de los medios del país. El ex presidente Carlos Menem privatizó las estaciones estatales o dirigidas por el gobierno de radio y televisión en 1990, concediéndole a las estaciones recién privatizadas el derecho a emitir hasta el 2005. Varios grupos económicos individuales han adquirido más de 24 licencias; a pesar de que la ley indica que un grupo económico individual puede poseer solamente un máximo de cuatro licencias. En 2005, el presidente Nestor Kirchner sancionó el decreto 527/05 que prorroga la licencias para los conglomerados de los medios por un período de gracia inicial de 35 años. Las tres estaciones más grandes de la nación seguirán en manos de los grupos económicos importantes: Daniel Hadad, el magnate derechista de los medios conservará el canal 9 hasta el 2019, el grupo Clarín poseerá el canal 13 hasta el 2025, y la compañía española Telefónica tendrá a Telefé (canal 11) hasta el 2025.
A través de Suramérica, los grupos han luchado para establecer estaciones permanentes de televisión comunitaria y se han enfrentado a desafíos crecientes debido a los ataques del gobierno y la carencia de infraestructura. Un ejemplo de esto fue Utopía TV. Utopía funcionó como una estación de televisión de 24 horas que se emitió en Buenos Aires entre 1992 y 1997. La programación incluía un noticiero diario de una hora que destacaba las luchas contra el neoliberalismo durante la administración del ex presidente Carlos Menem. La estación servía de portavoz para los ocupantes de terrenos, esparciéndose en esos momentos por las zonas suburbanas industriales de Buenos Aires, para los pensionistas que luchan por su dignidad tras trabajar una vida entera, para las Madres de la Plaza de Mayo, quienes luchaban contra las leyes de impunidad para los oficiales militares acusados de crímenes contra los derechos humanos. Grupos diversos participaron en la estación, dirigiendo programas de música y artes centrados en el activismo local.
Utopía nunca tuvo legalidad y la policía constantemente hizo redadas en la estación, situada en el piso 21 de un edificio de apartamentos en la vecindad de Flores. La policía confiscó su equipo en numerosas ocasiones, pero los activistas de medios de la estación aprendieron a construir sus propios transmisores, permitiéndoles reemplazar rápidamente cualquier equipo quebrado o confiscado. Muchas veces mientras estaban rodando en las calles, los participantes fueron arrestados y la policía rompió cámaras. La estación cerró finalmente debido a la persecución incesante de la policía.
Con un horizonte legal tan poco prometedor, muchos grupos han encontrado pocos incentivos para construir una estación de televisión comunitaria, a pesar de que los círculos activistas y las vecindades de clase obrera han expresado una necesidad desesperada de tener medios autónomos para publicar y unificar sus luchas. Una estación de TV dirigida por ciudadanos fortalece la sociedad civil al coordinar esfuerzos, compartir conocimientos, y mejorar la autoestima de los ciudadanos participando en ella. Ágora TV está haciendo justo eso—construyendo un espacio de exhibición e interacción para motivar a organizaciones y movimientos sociales para contar sus propias historias mediante videos.
DESAFÍOS CLAVES
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Agenda alternativa: Un punto de vista de la clase obrera
Ágora TV es un proyecto alternativo de televisión comunitaria que se está emitiendo actualmente mediante el sitio web www.agoratv.org. El colectivo de video Grupo Alavío construyó el sitio como una iniciativa para lanzar una estación a nivel de toda la ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, imprevistamente, el sitio web se ha convertido en una herramienta, con miles de televidentes por todo el mundo sintonizándose en sus computadoras para ver videos rara vez vistos en la televisión comercial. El objetivo de Ágora TV es que el público se apropie de los medios y los utilice como herramienta para el cambio social.
Ágora TV viene de la palabra griega ágora que significó originalmente una asamblea del pueblo completo, o la plaza pública donde la gente se reúne para practicar la democracia directa. El Grupo Alavío actualmente administra el sitio, pero Ágora TV es un espacio abierto para que los colectivos y grupos de video pongan sus propios videos. La idea es que los movimientos sociales y los productores de video usen a Ágora TV como un espacio para
lograr
que sus voces sean escuchadas. La razón fundamental del proyecto es adaptar la tecnología de la Internet y ponerla en uso para el beneficio de la comunidad. El Grupo Alavío está esforzándose en socializar los entrenamientos de destrezas para que los grupos produzcan sus propios materiales audiovisuales y en transformar a los televidentes de consumidores pasivos a espectadores críticos. Ágora TV es una ventana de libertad que crea nuevas imágenes, que reflejan los intereses y las necesidades específicas de la clase obrera y de otros sectores explotados.
La lógica de Ágora TV en línea es simple: un espectador necesita una conexión de banda ancha al web y Flash, un programa que se puede descargar gratuitamente, para ver videos en línea. La página principal del sitio web ofrece una lista de las producciones más recientes que se alterna semanalmente. Los espectadores también pueden escoger videos según las campañas (por ejemplo, la aparición con vida del testigo desaparecido Jorge Julio López, libertad para los presos políticos, fin a la ocupación israelí de Palestina, etc.). Las secciones también se organizan según fechas históricas especiales, como el 70 aniversario de la guerra civil española, el trigésimo aniversario del golpe militar en Argentina, el Día Internacional de la Mujer, etc. Los videos también se organizan en secciones por tema: luchas obreras, desarrollo de movimientos autónomos, movimientos sociales, luchas ambientales, empresas recuperadas, presos políticos, género, luchas campesinas, pueblos indígenas, cultura popular, video experimental, videos musicales, derechos humanos y memoria histórica, son sólo algunos. Finalmente, el sitio web también se puede navegar según áreas geográficas. Los videos en la sección latinoamericana se organizan por país (Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Guatemala, México, Paraguay, Uruguay y Venezuela hasta el momento.)
Por más de 15 años, el Grupo Alavío ha participado en las luchas de la clase obrera y ha dedicado esfuerzos a apoyarlas con documentales sociales y políticos. El Grupo Alavío tiene como prioridad brindar tecnologías y destrezas de forma accesible para los sectores explotados mediante la democratización de la producción y el lenguaje audiovisual. A través de Ágora TV, el Grupo Alavío está proponiendo un cambio radical en cómo se crean, se manejan y se distribuyen los medios.
LOS CIUDADANOS DEMANDAN:
LOS CIUDADANOS PROPONEN:
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Legalidad vs. legitimidad
A pesar de la ley de la época de la dictadura,
las agrupaciones
como el Grupo Alavío están luchando por construir experiencias de televisión comunitaria. La idea es establecer legitimidad y después luchar por la legalidad. La lógica de los organizadores de la televisión comunitaria es bastante similar a la lógica de las empresas recuperadas de Argentina. Cuando no les quedaba otro remedio, los trabajadores decidieron asumir el control de las fábricas y tomar las riendas de la producción ellos mismos. Solamente más adelante, cuando obtuvieron el apoyo de la comunidad y probaron que podían administrar una fábrica, fue que exigieron legalidad. El estado hasta ahora no ha estado dispuesto a hacer cambios a la legislación de los medios; los activistas se han dado cuenta de que la única manera de hacer que la ley cambie es forzando a los legisladores a reconocer las demandas legítimas de los ciudadanos para el acceso a los ondas aéreas.
Además de Ágora TV, una serie de emisiones de televisión comunitaria se han difundido a través de los suburbios de Buenos Aires, incluyendo TV Piquetera , TV Claypole y TV Libre de Matanza. La TV Claypole y la TV Libre han adquirido transmisores de televisión de bajo poder y emiten dentro de un territorio específico, pero sin reconocimiento legal. La TV Piquetera transmite señales de TV pirata en vivo durante bloqueos de carreteras y emite desde vecindades en las zonas en que abunda la pobreza. La TV Piquetera comenzó en 2001 en los barrios obreros de las cercanías de Buenos Aires y desde entonces se ha emitido con base en varias vecindades, rotando los lugares de transmisión. Hasta ahora, las transmisiones se han planeado según fechas o actividades especiales. Estas estaciones de televisión comunitaria han tenido emisiones irregulares principalmente debido a la falta de coordinación en la producción, la falta de entrenamiento, y el tiempo considerable dirigido a luchar por las reformas a la ley de
radiodifusión.
Entrenamiento para destrezas y participación popular
La tecnología de la televisión pirata es relativamente simple, comparable a la radio pirata. Pero al contrario de la radio, la televisión exige un alto nivel de calidad de producción para atraer la atención de espectadores. Aspectos de la realización y edición de documentales fílmicos se necesitan incorporar en la producción. Aprender cómo contar una historia mediante audio e imágenes de video es el desafío más grande para los realizadores comunitarios.
Las cámaras digitales baratas y una generación incipiente de activistas diestros en los medios han resultado en un auge del activismo de video. Cuando Argentina hizo frente a su peor crisis económica de todos los tiempos en el 2001, una nueva generación de activistas de video se lanzó a las calles para filmar los movimientos que florecieron a raíz de las sublevaciones de diciembre. Sin embargo, muchos cineastas solamente se interesaron en los sucesos espectaculares en vez de en la lucha cotidiana de organizaciones de trabajadores desempleados, la toma de terrenos para vivienda, las organizaciones sindicales y las empresas recuperadas. Muchas de estas organizaciones se han dado cuenta de que tienen una necesidad urgente de contar sus propias historias, según sus propias visiones y con sus propias imágenes.
El Grupo Alavío ha enfocado sus esfuerzos en los trabajadores y participantes de movimientos sociales, en vez de en los estudiantes de cine. Alavío ha llevado a cabo talleres de video por muchos años en diferentes barrios y organizaciones diversas. El objetivo de estos talleres es crear colectivos de video dentro de los movimientos sociales, para que tengan la autonomía de narrar sus propias historias. Hacer cine no es una ciencia oculta. Generalmente si un trabajador tiene una idea clara de lo que quisiera decir, no va a significar un reto mayor aprender cómo utilizar una cámara para contar esa historia. En el 2006, Alavío sostuvo una serie de talleres en el Hotel BAUEN cooperativa de trabajo, con los trabajadores del hotel, representantes de organizaciones de trabajadores desempleados, y de trabajadores participando en conflictos sindicales. El entrenamiento fue un éxito y varios participantes han comenzado a producir videos autónomamente. Dicho sea de paso, ellos no son simplemente cineastas observando los movimientos, sino participantes activos que usan la cámara como harían con cualquier otra herramienta política y de organización.
Los trabajadores de la planta de cerámica de Zanón en Neuquén, en la provincia de la Patagonia, se han esforzado grandemente en lanzar un programa de video de modo que los trabajadores puedan filmar y editar sus propias historias sin tener que fiarse de gente de afuera para producir documentales. El Grupo Alavío ha ayudado a facilitar periódicamente un taller de video en la planta. Varios trabajadores han producido programas comerciales cortos para una estación local de TV para promover los conciertos de rock que la planta celebra regularmente. Los trabajadores de la planta filmaron la función de Rata Blanca en un concierto masivo en el almacén de la planta, al cual acudieron más de 15.000 personas. La asamblea de trabajadores votó a favor de copiar más de 500 DVDs del vídeo del concierto de más de dos horas de Rata Blanca a distribuirse entre trabajadores y dentro de la comunidad. Este vídeo, y otras producciones de la comisión de prensa de la fábrica de cerámica Zanón, se encuentran en Ágora TV. Actualmente, el Grupo Alavío está realizando una serie de talleres de vídeo y foto para estos trabajadores en el Hotel BAUEN.
Ágora TV ha compilado una lista extensa de materiales para guiar a productores futuros de video en la realización de cine, la operación de la cámara, el sonido, edición, montaje, y la exhibición. Todos estos materiales están disponibles en línea en español.
ESTRATEGIAS Y TÁCTICAS EFICACES
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Estética y contenido
La consideración estética es otra prioridad para Alavío. La búsqueda de la estética es un proceso de aprendizaje interminable, exigiendo creatividad y experimentación. Alavío está experimentando constantemente con técnicas cinematográficas para hallar maneras únicas de contar una historia. La obra se critica a veces por tener una narrativa lineal o tener urgencia, lo cual a menudo es un resultado de producir una película debido a una necesidad abrumadora. En las escuelas de cinematografía, les enseñan a los estudiantes a hacer cine con forma de producción análoga a la industrial: nunca presentar un vídeo hasta que esté acabado—lo cual a veces toma años—y después estrenarlo en un teatro comercial. Alavío ha encontrado que las exhibiciones públicas de sus películas en los barrios de clase obrera, en terrenos ocupados, en los espacios de organización sindical, o en fábricas recuperadas han enriquecido el contenido y el alcance estético de las películas. Junto con los protagonistas, los cineastas se enteran sobre qué se debe cambiar o mejorar. El producto final no termina con la edición final, continúa con la distribución y la exhibición.
El Grupo Alavío promueve la autogestión de los medios de comunicación comunitarios, lo cual significa que los miembros de la comunidad toman suspropias decisiones con respecto a la planificación y producción de los medios. Los medios principales se financian mediante los anuncios pagados y el tiempo de emisión. Vender tiempo en el aire como mercancía regular impone límites sobre la libertad de expresión, el contenido y las decisiones editoriales.
Ésta es la razón principal por la cual Alavío promueve proyectos autofinanciados de medios. Tal como las organizaciones de trabajadores, los medios pueden también ser autodirigidos y autofinanciados. El trabajo y activismo voluntario es la clave. Por más de 15 años, Alavío ha producido más de 100 documentales sin financiamiento de las fundaciones privadas, instituciones gubernamentales, u organizaciones sin fines de lucro. El grupo financia las producciones y a Ágora TV mediante donaciones de activistas y con la venta de videos en una escala variable. Un porcentaje del trabajo pagado del alquiler del equipo del colectivo se reinvierte en el fondo colectivo del grupo, el cual se utiliza para comprar casetes y otros costos de operación. La idea es generar apoyo genuino que no ponga condiciones en ningún aspecto de la producción y exhibición.
Enlaces locales-globales y límites del Internet
La internet tiene un alcance limitado debido al acceso desigual. Muchos de los sectores que se beneficiarían más de los proyectos comunitarios tienen el menor acceso a la tecnología y a los recursos. Alavío está al tanto de esta limitación y continúa desarrollando circuitos alternativos de distribución para sus videos. Aunque Ágora TV está difundiéndose actualmente por la internet, el proyecto a largo plazo es construir una estación a nivel de toda la ciudad con el apoyo de las empresas recuperadas de Argentina, de las organizaciones sindicales independientes, y de las organizaciones de los trabajadores desempleados.
El sitio web de Ágora TV se está transformando en una herramienta importante para el desarrollo de coaliciones y solidaridad mutua. El Grupo Alavío abrió un despacho dentro del Hotel BAUEN en el 2007, lo cual ha permitido que la gestión del grupo crezca exponencialmente y se convierta en parte de una lucha compartida mayor, de forma institucionalizada. A nivel local y global, Ágora TV se ha convertido en un catalizador para que otros grupos produzcan documentales cortos sabiendo que cuentan con un espacio viable para exhibir su trabajo.
Casi todos los días, los representantes de grupos de derechos humanos, de organizaciones de trabajadores desempleados, de luchas por los derechos ambientales, de organizadores sindicales independientes, y de trabajadores de empresas recuperadas pasan por la oficina para solicitar copias de DVDs disponibles para proyectar durante ponencias públicas o reuniones pequeñas. En una serie de casos, por ejemplo, los profesores que ven un vídeo por Ágora TV solicitan copias para utilizarlas en la sala de clase. Un amplio circuito de distribución secundaria ha crecido a raíz del sitio web.
Lo más emocionante son los enlaces globales que ha creado Ágora TV. Los videos de todas partes de América Latina han diluviado sobre Ágora TV. Los grupos a través de América Latina envían enlaces a sus videos en línea para emitirlos en Ágora TV. Hubo éxtasis en el grupo cuando la Asamblea Popular de Oaxaca los contactó para preguntar si podrían emitir videos en Ágora TV, en vez de fiarse del sitio comercial YouTube. Con frecuencia los videos se envían poco después de completarse, al igual que ocurre con Guarapito Films, un colectivo ecuatoriano que ha documentado el impacto bárbaro de la extracción de petróleo de Repsol-YPF en las comunidades indígenas. El sitio web ofrece una sección inglesa y portuguesa, con videos subtitulados.
Otra iniciativa internacional ha sido el entrenamiento y la consulta de grupos en Uruguay y Chile que desean lanzar estaciones de televisión comunitaria o colectivos de video. El Grupo Alavío ha hecho grandes esfuerzos para desarrollar relaciones con otras estaciones latinoamericanas de televisión comunitaria como Catia TVe en Venezuela y Canal 3 La Victoria en Santiago, Chile. Catia TVe les proporciona a miembros de la comunidad herramientas para realizar sus propias producciones y así verse reflejados en sus programas. En Venezuela, muchos proyectos de medios comunitarios han brotado del terreno fértil de la participación comunitaria y del apoyo legal.
Como respuesta a la información falsa de los medios masivos de comunicación, los ciudadanos han creado redes alternativas de medios que desempeñan un papel fundamental en la América latina de hoy. Juntas, estas estaciones de televisión comunitaria podrían transformar el panorama de los medios a través de las Américas. Este espacio redefinido para los medios independientes tiene tres funciones vitales: diseminar información alternativa, proporcionar un espacio para la voz popular, y construir comunidad. Ágora TV forma parte de una red de estaciones de televisión comunitaria rompiendo con las normas de los medios comerciales para crear una nueva representación de la clase obrera. Alavío utiliza la cámara de vídeo como una herramienta política, poniéndola en manos de la clase obrera, quienes son los protagonistas, reflejando sus propios puntos de vista y usando el vídeo para avanzar sus campañas.