Qué equivocados estaban quienes, desde los gobiernos andinos y desde la Secretaría General, consideraban que el TLC con Estados Unidos profundizaría el proceso de integración andina. Era previsible que los resultados en términos de bienestar de la población y de distribución del ingreso, producto de las políticas económicas que dichos acuerdos intentan consolidar, generarían rechazo político al modelo de integración y de inserción que condicionan estos tratados internacionales.
El retiro de Venezuela de la CAN y los triunfos electorales de Evo Morales y Rafael Correa, así lo expresan. Si recordamos los planteamientos sobre este tema del actual presidente Alan García, compartidas en líneas generales con las de su rival Ollanta Humala, la población peruana también se expresó durante las elecciones de abril y junio en una dirección similar a las manifestadas por las fuerzas políticas en Ecuador y Bolivia.
Las declaraciones de la ministra de Comercio Exterior del Perú, Mercedes Araoz, al señalar que el triunfo de Correa puede generar problemas en la integración de la CAN en la perspectiva de proyección a la globalización, porque habrá en su interior